Desaparecen incentivos fiscales en España mientras Europa impulsa la rehabilitación

ASEFAVE, la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas, reitera la importancia de restablecer las deducciones fiscales para la rehabilitación de edificios, un incentivo considerado crucial para el sector. La organización señala que esta medida, eliminada tras la derogación del decreto ley a finales de 2024, es fundamental para cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea en términos de eficiencia energética y sostenibilidad.

La UE ha sido clara en su apuesta por la rehabilitación energética mediante la Directiva Europea de Eficiencia Energética en Edificios, directiva que ASEFAVE celebró en su momento. No obstante, el reciente retroceso político, que ha revocado las deducciones fiscales durante el proceso de la ley conocida como «ley ómnibus», es visto por la asociación como un freno innecesario. Con muchas iniciativas de rehabilitación energética emergentes en el ámbito de la arquitectura y la construcción en España, la falta de estímulos fiscales representa una gran desventaja para el sector.

ASEFAVE insiste en que estas deducciones fiscales no solo son un motor para el crecimiento y desarrollo del sector, sino también una herramienta vital para cumplir con los desafíos ambientales. Según la asociación, dirigir los fondos de programas de ayudas no consumidos a iniciativas efectivas y priorizar la ejecución de ayudas son pasos imprescindibles. Además, ASEFAVE hace un llamado a reducir el IVA y la carga burocrática, factores que podrían facilitar la implementación de proyectos energéticamente eficientes.

La asociación, con sede desde 1977, se compone de destacados fabricantes de ventanas y fachadas, y trabaja para coordinar los intereses del sector. Liderada por su presidente Miguel Robles y un equipo directivo comprometido, ASEFAVE sigue abogando por medidas que beneficien la sostenibilidad y la eficiencia energética en el marco de las expectativas de la Unión Europea. Para ASEFAVE, ignorar estas medidas sería un error estratégico, dadas las expectativas de Europa hacia España en materia de energía y sostenibilidad en el sector de la construcción.

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