En un movimiento crucial para mejorar la conectividad entre España y Portugal, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha intensificado las demandas para la creación del Corredor Sudoeste Ibérico. Este corredor, conceptualizado como una conexión ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, ha estado en el centro de discusiones en el ‘VIII Foro del Corredor Sudoeste Ibérico’, celebrado recientemente en Madrid. A pesar de la significativa expectativa que rodea este proyecto, la realidad es que todavía no ha llegado a materializarse, y las principales autoridades implicadas en su desarrollo anticipan distintas fechas para su finalización.
María Guardiola ha subrayado la importancia de esta conexión no solo como un medio de transporte sino como un importante vehículo para la transformación económica y social de las regiones involucradas. No obstante, la fecha de conclusión del proyecto se ve empañada por estimaciones divergentes. Mientras Guardiola aboga por una finalización en el 2030, José Antonio Sebastián Ruiz, el Comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico, ha proporcionado una estimación más conservadora, apuntando al 2035 como fecha de conclusión.
La fecha propuesta por el comisionado se basa en la previsión de que la licitación para la electrificación completa de la línea entre las dos capitales estaría lista en 2027, lo cual sugiere un avance más lento de lo esperado. La comunidad, incluyendo a más de 32.000 entidades y particulares que han firmado un manifiesto de apoyo al proyecto, y actores económicos importantes como CEIM, expresan su frustración ante estos retrasos. La diferencia en las fechas objetivo señala una preocupante falta de avance, especialmente cuando las expectativas previas apuntaban a una finalización en 2030.
Además, el proyecto se encuentra en un momento crítico, dado el contexto de las próximas elecciones al Parlamento Europeo y la introducción del nuevo Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte. Estos factores externos podrían jugar un papel crucial en acelerar el desarrollo del corredor. Con la Unión Europea financiando parte de este proyecto desde 2003, los llamados aumentan para que se otorgue prioridad presupuestaria y asegurar la finalización de la infraestructura.
A pesar de los desafíos y retrasos, el proyecto del Corredor Sudoeste Ibérico es visto como fundamental para el futuro desarrollo económico y la mejora de la conexión entre España y Portugal. Los defensores del proyecto, como Antonio García Salas de la plataforma luso-española Corredor Sudoeste Ibérico en RED, enfatizan la necesidad de una acción decisiva para superar los obstáculos actuales y alcanzar los objetivos establecidos. La meta de reducir el tiempo de viaje entre Madrid y Lisboa a seis horas antes de 2027 refleja el compromiso con la mejora de la accesibilidad y la sostenibilidad.
En conclusión, el Corredor Sudoeste Ibérico permanece como un símbolo de promesa y potencial para el sudoeste de Europa. Su finalización no solo fortalecerá la conectividad y la colaboración transfronteriza, sino que también catalizará el desarrollo económico regional. A medida que los debates continúan y las fechas objetivo se ajustan, la determinación de todos los actores involucrados será crucial para transformar este ambicioso proyecto en una realidad tangible.