La menopausia es un periodo de cambio significativo en la vida de una mujer, marcado por el fin de su capacidad reproductiva y acompañado de múltiples transformaciones en su cuerpo. Uno de los aspectos menos discutidos, pero igual de importante, es cómo la menopausia puede afectar la salud del cabello, llevando a situaciones de debilitamiento y pérdida capilar. La doctora Maribel Martínez, de la Unidad Capilar del Hospital Quirónsalud Vitoria, arroja luz sobre este tema, destacando el papel crucial de los cambios hormonales durante esta etapa.
Con el descenso brusco en los niveles de estrógeno que caracteriza a la menopausia, el cabello puede sufrir un envejecimiento prematuro. Este hormona actúa como protector natural, por lo que su disminución conlleva a que el cabello se vuelva más delgado, débil y frágil, perdiendo volumen y brillo. Además, la piel, que también experimenta una notable sequedad durante la menopausia, afecta de manera negativa al cabello, deteriorando la cutícula y restando vitalidad a la melena.
Otro factor a considerar es el aumento relativo de los andrógenos, hormonas masculinas que pueden conducir a la alopecia androgénica, manifestada en áreas de menor densidad capilar especialmente en la zona frontal y parietal del cuero cabelludo. Frente a esta problemática, es fundamental adoptar cuidados específicos tanto para el cuero cabelludo como para el cabello mismo. Lavados regulares y la nutrición adecuada de la fibra capilar, con mascarillas o sérums, son recomendaciones clave para contrarrestar la fragilidad y pérdida de cabello.
En términos de tratamientos, la doctora Martínez destaca una variedad de opciones terapéuticas que incluyen desde tratamientos tópicos y orales hasta mesoterapia y plasma. Especial atención merece el trasplante capilar, que se está abriendo paso como una opción viable y cada vez menos tabú entre las mujeres afectadas por tipos específicos de alopecia. La especialista en dermatología y tricología subraya que, más allá de los aspectos puramente físicos, estos tratamientos pueden jugar un papel esencial en la restauración de la confianza de las mujeres durante esta etapa de cambio.
La caída capilar en la menopausia, por lo tanto, no es un tema que deba tomarse a la ligera. Con un abanico de soluciones disponibles, desde el cuidado cotidiano hasta procedimientos especializados, es posible enfrentar este desafío y mantener la salud y belleza del cabello. La clave está en la prevención, la información adecuada y la consulta oportuna con especialistas que pueden guiar a las mujeres a través de este proceso con sensibilidad y conocimiento experto.
