La protección de la propiedad intelectual, que incluye patentes, marcas, derechos de autor y diseños industriales, se ha convertido en un pilar fundamental para que las empresas resguarden sus innovaciones y aseguren ventajas competitivas en el complejo escenario actual. Ante esta necesidad, el programa europeo CrowdIP ofrece valiosos recursos formativos destinados a emprendedores, startups y pymes. A través de esta iniciativa, se busca mejorar el atractivo de estas empresas para los inversores y fortalecer su posicionamiento en el mercado mediante la protección de sus activos creativos. De este modo, CrowdIP intenta cerrar la brecha de conocimiento entre inversores y empresas, permitiendo que ambas partes reconozcan el valor estratégico de la propiedad intelectual.
Los expertos del programa destacan la importancia de una protección temprana. Cristopher Grätz, CEO y fundador de Invesdor, enfatiza esta visión: “Al seleccionar qué proyectos se lanzan para recaudar fondos en nuestra plataforma, realizamos un análisis del nivel de protección de la PI, y aquellos que carecen de garantías, especialmente los modelos altamente innovadores, son rechazados”, afirma. “Muchas startups comienzan pensando dónde establecerse o cómo crecer, en lugar de invertir en PI antes de que alguien tenga la misma idea. La PI debe comenzar en el momento en que nace una idea”, añade.
Oliver Gajda, Director Ejecutivo de Eurocrowd, explora los desafíos internacionales que enfrentan las empresas, señalando que, “aunque la protección de la PI no impedirá que otros intenten explotar las innovaciones propias, sí proporciona las herramientas legales para defenderse”.
En la era de la inteligencia artificial (IA), donde los rápidos avances tecnológicos transforman las industrias, la protección de la PI resulta imprescindible. Marta Lozano y Gabriela Prividera de Crowdcube subrayan su importancia en las empresas innovadoras: “Es muy útil para las empresas entender cómo gestionar los derechos de PI, especialmente para las empresas que utilizan IA, que deben comprender qué puede protegerse para salvaguardar sus innovaciones”.
Más allá de la protección legal, la propiedad intelectual posee un inmenso valor comercial. Donata Folesani de ART-ER resalta: “Las empresas no son plenamente conscientes del gran valor comercial de sus activos intelectuales”. Carlo Allevi, CEO de WeAreStarting, añade: “Las entidades que protegen sus creaciones pueden diferenciarse en el mercado, algo muy efectivo para mejorar el rendimiento y aumentar la valoración del negocio”.
Nora Szeles, cofundadora de Tokeportal, destaca que el asesoramiento profesional en materia de propiedad intelectual es crucial. “La protección intelectual incluye aspectos legales complejos, por lo que poner este asunto en manos de expertos o buscar asesoramiento es crucial desde las primeras etapas de una empresa”, asegura.
En un ecosistema empresarial cada vez más complejo, la protección de la propiedad intelectual se ha convertido en un factor clave para emprendedores, startups y pymes, que deben priorizar esta visión para resultar competitivas y atractivas. En este contexto, el apoyo de organizaciones como la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) es fundamental. Estas organizaciones ayudan a integrar estrategias sólidas de propiedad intelectual, asumiendo un rol crucial en la innovación y el desarrollo. El programa CrowdIP subraya que, al salvaguardar sus activos creativos, las empresas no solo mejoran su valor de mercado, sino que también aseguran su supervivencia a largo plazo.
En conclusión, la protección de la propiedad intelectual ya no es una opción, sino una necesidad que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa en el mercado actual. A través de iniciativas como CrowdIP, emprendedores y pequeñas empresas pueden adquirir el conocimiento y las herramientas necesarias para proteger y valorizar sus innovaciones, asegurando así su competitividad y atractivo ante potenciales inversores.
