La deforestación es un problema que ha cobrado relevancia en las últimas décadas, con consecuencias devastadoras para el planeta. Según informes recientes, desde la década de los 60 se ha registrado una pérdida alarmante de hasta 81.7 millones de hectáreas de bosques a nivel mundial, lo que equivale a un 60% de la superficie forestal per cápita. Desde el año 2000 se estima que se ha perdido más de un tercio de la superficie forestal a nivel mundial.
Estos datos son preocupantes, ya que evidencian los drásticos cambios que la actividad humana está provocando en el planeta. La deforestación no solo afecta al ecosistema, sino que también amenaza la vida de las personas y genera graves consecuencias en la economía local, la biodiversidad y la calidad del aire.
Se prevé que estos acontecimientos se acentúen con el paso del tiempo, a causa del aumento de la población mundial y la creciente demanda de productos agrícolas. Además, los efectos del cambio climático también afectan a la producción de alimentos. Ante esta situación, es crucial encontrar una solución sostenible que frene la deforestación y degradación forestal, especialmente la deforestación importada, la cual tiene una relación directa con la alta demanda de productos cultivados fuera de las fronteras europeas, como la madera, la carne de ganado, el aceite de palma, entre otros.
En este contexto, la Fundación COPADE ha puesto en marcha la iniciativa «Bosques Vivos: ciudadanía y empresa comprometidas en la lucha contra la deforestación importada». Esta iniciativa busca concienciar tanto a las empresas como a la población española sobre la importancia de conservar los bosques y adoptar prácticas sostenibles en la producción y el consumo. Con el objetivo de sensibilizar a más de 50.000 personas, busca fortalecer el compromiso de la ciudadanía española y el tejido empresarial con el desarrollo sostenible y la Agenda 2030, desde una perspectiva de género equitativa.
Además, el proyecto cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y abarca diversas áreas con el objetivo de fomentar mejoras que beneficien a todos los implicados, incluyendo a los/las consumidores/as finales, las comunidades rurales y las poblaciones vulnerables en los países donde se origina la «deforestación importada».
La puesta en marcha de «Bosques Vivos: ciudadanía y empresa comprometidas en la lucha contra la deforestación importada» se alinea con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030. Contribuirá con el fin de la pobreza, la conservación de los ecosistemas terrestres, la reducción de las desigualdades, la producción y consumo responsables, entre otros.
En palabras del director general de COPADE, Javier Fernández, «Desde la Fundación COPADE, entendemos la trascendencia de abordar no solo la deforestación desde una óptica ambiental, sino también desde una perspectiva social. En este contexto, más allá de alinear acciones con los objetivos de la Agenda 2030, con foco en comprender exhaustivamente los impactos que generan aquellas actividades en el entorno y las comunidades locales.»
Además, la Fundación COPADE ha desarrollado la herramienta Compromiso Huella Social y Sostenibilidad, que analiza el impacto ecológico de las acciones vinculadas a los bosques y estudia sus repercusiones en las personas y comunidades que dependen de ellos.
En resumen, «Bosques Vivos» es una iniciativa que busca enfrentar el problema de la deforestación desde una perspectiva integral, involucrando tanto a empresas como a la sociedad en su conjunto, con el fin de promover un modelo de producción y consumo alternativo que permita un desarrollo sostenible y equitativo para todos.