La salud visual de los niños y adolescentes se ha convertido en una prioridad que, en muchos casos, pasa desapercibida. La miopía, que alguna vez fue considerada un problema menor, actualmente representa una pandemia global, siendo una de las primeras causas de ceguera en el mundo. Sin embargo, alarmantemente, solo un pequeño porcentaje de las familias —apenas el 6%— conocen los riesgos asociados a una miopía alta en sus hijos, que puede afectar seriamente su calidad de vida y rendimiento académico.
Según recientes estudios y campañas de sensibilización, la responsabilidad de informar y prevenir recae fundamentalmente en los profesionales de la visión, como ópticos y optometristas. La mayoría de las familias confían en estos expertos para conocer las soluciones disponibles en el mercado que pueden ayudar a frenar el avance de la miopía en los menores. De hecho, un 92% de las familias espera que estos profesionales los guíen en la toma de decisiones para cuidar la salud visual de sus hijos.
Consciente de esta situación, Coopervision® ha lanzado la campaña «Todos contra la miopía juvenil», una iniciativa centrada en promover revisiones visuales tempranas, especialmente antes de que el niño vuelva a clases. A través de la plataforma www.revisasuvista.com, las familias pueden acceder a información útil sobre diversas soluciones para controlar la progresión de la miopía, solicitar citas para revisiones completas en su óptica más cercana y disfrutar de promociones especiales para comenzar tratamientos efectivos.
El aumento de la miopía en niños y adolescentes no solo impacta en su capacidad para aprender y realizar actividades diarias, sino que también puede tener consecuencias graves en su salud ocular a largo plazo. La detección temprana y las acciones preventivas, como el uso de lentes de contacto diarias blandas, orto-k o lentes oftálmicas, pueden reducir significativamente el crecimiento de la miopía. Productos como MiSight 1 day, que disminuyen la progresión en un 50%, o las lentes MiSight® Spectacle, que en estudios demostraron frenar el avance en un 65% tras un año de uso, son algunas de las opciones disponibles hoy en día. Asimismo, las lentes de contacto de uso nocturno Orto-k Dreamlite® ofrecen una corrección temporal durante el sueño y un freno al crecimiento del defecto visual.
No obstante, la falta de información y desconocimiento de los riesgos aún prevalecen. La campaña busca educar a las familias sobre los peligros asociados a una miopía no controlada, como el mayor riesgo de sufrir enfermedades graves como desprendimiento de retina o glaucoma. Como señala Manuel Gómez, director de Marketing y Servicios Profesionales de CooperVision, «siete de cada diez familias no saben que la miopía conlleva riesgos, por lo que la labor educativa de los profesionales de la visión es fundamental para proteger la salud visual de los más jóvenes».
En definitiva, la prevención y el control adecuados de la miopía dependerán de la concienciación de las familias y del acceso a información confiable y a la atención especializada. Una simple revisión y la elección de tratamientos adecuados pueden marcar la diferencia, garantizando que los niños tengan la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial educativo y mantener una buena calidad de vida visual en el futuro.