Residentes conquenses en Argentina han dado la voz de alarma ante las dificultades que están sufriendo para renovar su pasaporte, principal documento legal para ellos en ese país, porque el servicio de citas del Consulado de Buenos Aires les da cita para dentro de un año.
La belmonteña Rocío Araque es una de las españolas afectadas por la saturación de los servicios de renovación de pasaportes en el Consulado Español de Buenos Aires, con tiempos de espera de más de un año en algunos casos para un trámite necesario para la movilidad entre los dos países.
Este servicio del Consulado cerró durante la pandemia y no ha vuelto a funcionar hasta hace unos meses, según aseguran residentes en el país sudamericano. «Están totalmente colapsados, porque además tienen falta de personal».
Hay ejemplos esgrimidos por los afectados que revelan que a los españoles que quieren renovar su pasaporte les están dando cita para diciembre de 2023, como es el caso de la conquense afincada en Buenos Aires, e incluso para los primeros meses de 2024.
Rocío Araque contactó por correo electrónico con el Consulado para preguntar la forma de adelantar su cita. Esta institución respondió que, cada vez que se abre el sistema de solicitudes, se vuelven a ofrecer las anuladas, así que es posible conseguir una fecha más cercana, pero la demanda es altísima y se agotan rápidamente.
Además, se trata de una jugada de riesgo si ya se tiene una cita, porque para pedir una nueva hay que anular la anterior, con el riesgo de que finalmente haya que conformarse con una cita todavía más lejana.
Araque, que llegó a Argentina en el año 2013 con su pareja, no entiende la razón por la cual comparten lista de espera los españoles que tienen doble pasaporte, y por tanto no tienen problemas para viajar; con los que solo tienen una nacionalidad, lo que dificulta su salida del país sin este documento. A su juicio, debería darse prioridad a estas personas.
El hijo de Rocío Araque tiene doble pasaporte, porque es español por nacimiento y argentino por opción, así que tiene más facilidades para moverse.
A su madre, en cambio, le preocupa la situación, porque sus padres son mayores y, si tiene que viajar de urgencia a España, tendría que solicitar un salvoconducto para salir, extremo que según relatan no es sencillo porque se exigen documentos como justificantes médicos o certificados de defunción para concederlo.
«Somos cientos de españoles los que estamos así», apunta la belmonteña, que conoce varios casos. Por ejemplo, cita el caso de otra conquense, en este caso de Las Pedroñeras, que lleva intentando renovar su pasaporte y el de sus hijos, sin éxito, desde el año 2020.
Llevan desde el año 2015 sin poder desplazarse a España y su intención era viajar en enero de 2024, pero su turno para renovar el pasaporte no llegará hasta diciembre del próximo año.
Araque reconoce la suerte que tuvo de poder viajar el pasado mes de febrero a España, antes de que se le caducara la documentación, pero hay otros españoles que todavía no han viajado a su país natal desde antes de la pandemia.
La comunidad española en Argentina ha conseguido trasladar el problema al ministro de Asuntos Exteriores. «Unos amigos estuvieron con él y todo fueron buenas palabras, pero soluciones pocas», comenta Araque.
LA ‘LEY DE NIETOS’ PODRÍA COMPLICARLO
La situación puede complicarse todavía más, ya que hace unas semanas se aprobó la Ley de Nietos, que permite acceder a la nacionalidad española a los descendientes de españoles exiliados por la Guerra Civil y la Dictadura, lo que supondría más carga de trabajo para el Consulado, «que tiene como 30.000 peticiones», según esta española. «Esto es una olla a presión que en cualquier momento termina de estallar».
«Los españoles que estamos aquí necesitamos tener una salida y renovar el pasaporte que es nuestro único documento legal que nos acredita fuera de nuestro país, porque el DNI no sirve», insiste la belmonteña.