Tras una votación plenaria final, las ponentes Maria-Manuel Leitão-Marques (S&D, PT) y Samira Rafaela (Renew, NL) abordarán las nuevas normativas que prohíben productos elaborados con trabajo forzado. Esta iniciativa ha sido adoptada con el respaldo de las comisiones de Mercado Interior y Protección del Consumidor, así como la de Comercio Internacional del Parlamento Europeo.
El objetivo de las nuevas reglas es eliminar del mercado europeo productos que hayan sido manufacturados bajo condiciones de trabajo forzado, una práctica que sigue vigente en varios países y sectores industriales. Estas medidas han sido recibidas con apoyo por parte de organizaciones de derechos humanos y consumidores, que ven en ellas un paso importante hacia la erradicación de esta forma de explotación laboral.
Durante la votación plenaria final, las ponentes destacaron la importancia de estas normativas. Leitão-Marques subrayó que «la Unión Europea se compromete a defender los derechos humanos y las condiciones laborales dignas», mientras que Rafaela añadió que «este es un mensaje claro a todos los proveedores y empresas de que no se tolerará la explotación laboral en ningún nivel de la cadena de suministro».
La implementación de estas normativas permitirá realizar inspecciones y auditorías exhaustivas a las empresas importadoras, con el fin de asegurar que sus productos no sean resultado del trabajo forzado. En caso de incumplimiento, las sanciones pueden ir desde multas significativas hasta la prohibición de la comercialización de dichos productos en el mercado europeo.
El compromiso de las comisiones de Mercado Interior y Protección del Consumidor, y Comercio Internacional, es clave para asegurar la eficacia de esta nueva legislación. Estas comisiones trabajarán en conjunto con agencias de monitoreo y en la cooperación internacional para identificar y eliminar los productos sospechosos.
Las empresas europeas también deberán asumir un rol activo, implementando sistemas de rastreo y auditoría interna para garantizar la transparencia en sus cadenas de suministro. Este enfoque no solo refuerza la lucha contra el trabajo forzado, sino que también promueve prácticas comerciales más justas y responsables.
Con esta medida, la Unión Europea da un paso firme en la lucha contra la explotación laboral y envía un mensaje contundente al mundo sobre la importancia de respetar los derechos humanos en el comercio global.
Nota de prensa UE
