Invertir tu tiempo libre en realizar las tareas de limpieza de tu casa no es, seguramente, el mejor plan de fin de semana. Sin embargo, si no eres de los que delegan este trabajo en terceras personas, tendrás que hacerlo sí o sí. Aquí tienes un plan de acción para organizar los trabajos de la mejor manera posible.

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En relación a las tareas de limpieza, lo mejor es asumir cuanto antes que has de hacerlas y organizarte para invertir en ellas el menor tiempo y esfuerzo. Si no puedes eludirlas, trata de programarlas y realizarlas con éxito y cuanto antes.

Para que te resulte más fácil, hoy te traemos sugerencias que permitan organizar las tareas en función de la prioridad que tengan y de la frecuencia con la que las tengas que llevar a cabo. En estos casos la planificación es fundamental.

Las tareas de limpieza más habituales

tareas de limpieza

De entre todos los trabajos domésticos que realizamos hay ciertas tareas que son fundamentales y que no debemos posponer demasiado en el tiempo. Son las imprescindibles para tener la casa medianamente limpia y ordenada. Lo más recomendable es hacerlas a diario, siempre que sea posible.

– No ensuciar demasiado. Es decir, mantener la higiene en lo posible. Esta se podría considerar una tarea en sí misma, puesto que requiere un esfuerzo y un propósito. Mantener la casa lo más aseada posible es un trabajo que te ahorrará horas de limpieza.

– Ordenar la casa. No se trata de un trabajo de limpieza propiamente dicho, pero es muy necesario para que nuestra casa transmita una sensación de confort y bienestar. Puede que, en un momento dado, los cristales estén sucios y los muebles necesiten una pasada con el trapo, pero si el salón está en orden, la percepción de limpieza será mayor. Y lo mismo sucede en sentido contrario: si tu casa está muy limpia, pero también muy desordenada, no transmitirá esa sensación de limpieza e higiene.

Trabajos de obligado cumplimiento

Cómo organizar las tareas de limpieza en casa 1

– Ventila. Esta tarea has de hacerla a diario sin discusión. Abre las ventanas y deja que entre el aire fresco, aunque estemos en pleno invierno. Con 10 o 15 minutos será suficiente (tampoco se trata de perder todo el calor del ambiente).

– Haz las camas. Se tarda menos de 5 minutos en hacer una cama. Y, aunque conviene esperar un poco para que las sábanas y mantas se aireen y no se acumulen demasiados ácaros, es de obligado cumplimiento hacer la cama a diario. O, al menos, a mí me lo parece. Una cama sin hacer transmite desorden, falta de limpieza y desidia.

Al menos dos veces a la semana

Cómo organizar las tareas de limpieza en casa 2

 

Ahora que ya tienes organizadas y bien planificadas las tareas de limpieza que has de realizar a diario, es el momento de pautar las que no son tan frecuentes. Aquellas que puedes hacer una o dos veces a la semana.

– Limpiar el polvo. Si no hay personas alérgicas en casa, puedes dejar de limpiar el polvo a diario y hacerlo una o dos veces por semana, procurando que no se acumule demasiado. Cuando vayas a acometer el trabajo, recuerda que la mejor forma de atrapar el polvo es utilizar un trapo húmedo. Si usas un plumero, solo conseguirás desplazar las partículas y cambiarlas de sitio.

– Pasar el aspirador en el suelo. Utiliza este electrodoméstico mejor que barrer con el cepillo. Tendrás que acometer esta tarea al menos dos veces a la semana, si no quieres que se acumulen en tu suelo pelusas, polvo, arena, etc.

El cuarto de baño y la cocina son dos espacios que no puedes dejar de limpiar. Hacerlo dos veces a la semana es lo mínimo aunque, para ser sinceros, no estaría mal que lo limpiaras algo más.

Trabajos puntuales

Cómo organizar las tareas de limpieza en casa 3

Existe un cierto número de tareas de limpieza que se han de realizar de vez en cuando. No conviene olvidarlas, pero no es prioritario hacerlas hoy o mañana. Tienen frecuencias diferentes, en función del trabajo.

Por ejemplo, dentro de esta categoría está pasar el aspirador por las tapicerías: sofá, sillones, etc. Eso puedes hacerlo una vez a la semana o cada 15 días. También limpiar ventanas y cristales, que se puede realizar una vez al mes sin problema.

Otro trabajo puntual que hay que realizar dos veces al año es la limpieza del armario, por dentro y por fuera. Lo suyo es aprovechar los cambios de temporada para ordenar la ropa y lo que guardes dentro y limpiar a fondo.

Por último, tendrás que ir fijando en el calendario las fechas para limpiezas generales, al menos 1 o 2 veces al año. Es el caso de la cocina, el salón o los dormitorios. Este tipo de limpiezas engloba superficies, las ventanas y cortinas, mobiliario, accesorios, etc.

Ya ves que llevando una buena planificación, no encontrarás tarea difícil. Habrás hecho un hueco para cada una y tu casa estará reluciente.

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