Cómo desinfectar las superficies y los objetos de la casa correctamente

Para hacer frente al Coronavirus, es muy importante tener en cuenta la higiene, ya no solo la nuestra, sino también la de nuestro hogar y las cosas que tenemos en casa.

Los utensilios que utilizamos habitualmente, móvil, ordenador, libros… suelen tener un gran número de bacterias y virus que podrían ser dañinos para nuestra salud. Mantener una buena higiene desinfectando el móvil, el teclado del ordenador, los cubiertos y demás objetos que se utilizan diario, es muy importante para la salud.

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Además de los aparatos electrónicos, también es importante desinfectar de forma correcta la casa, para conseguir eliminar todos microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud. Aunque esto es algo que solemos hacer, siempre hay rincones que podemos pasar por alto, convirtiéndose en fuentes de infección. Saber acabar con ellos es importante para estar libres de posibles contagios.

Limpia con agua y jabón

Lo primero que debemos hacer es seguir utilizando los productos de limpieza que solemos utilizar de forma habitual para cada parte de la casa. Hay que destacar que el jabón y el detergente, por su propia estructura, es capaz de arrastrar el virus, además de romper su cápsula, acabando con él.

Desinfectar con lejía diluida

Tras llevar a cabo la limpieza con nuestro producto habitual, es recomendable aplicar algún tipo de producto desinfectante para mayor seguridad. Hay varias opciones, aunque el más habitual es la lejía. Lo recomendable es utilizarla en una proporción de 1:50 en agua fría, sin ningún otro tipo de producto de limpieza. Para mayor claridad, diluir un vaso de lejía por cada 10 litros de agua.

Para evitar daños o accidentes, siempre sigue las instrucciones de uso del fabricante. Hazlo por ti y por todos: piensa que los servicios de salud ya tienen bastante con atender las emergencias por el coronavirus. Algunas recomendaciones de uso de la lejía:

  • Para que sea eficaz, la mezcla de agua con lejía hay que prepararla cuando se vaya a usar y no guardar la dilución de un día para otro.
  • Protege la piel de tus manos con guantes, para no entrar en contacto directo con la lejía.
  • Nunca mezcles lejía con otros productos de limpieza, ya que se pueden producir reacciones químicas peligrosas.
  • Manten la lejía (junto con el resto de productos de limpieza) fuera del alcance de los niños, para evitar accidentes domésticos.

Alternativas a la lejía: alcohol o agua oxigenada

Si no quieres utilizar la lejía, hay otros productos alternativos que pueden sernos de gran ayuda, aunque en estos días es complicado dar con ellos. Estamos hablando del alcohol y el agua oxigenada. Hay que decir que estos productos funcionan mejor que la lejía para los metales, ya que la lejía es más corrosiva.

En el caso de utilizar alcohol de farmacia de 96º, será necesario diluirlo en una proporción de 7 partes de alcohol y 3 de agua.

También se puede usar alcohol de limpieza que se vende en concentración alta igualmente. Cuidado que el alcohol es muy inflamable, no usarlo en la cocina o cerca del fuego o fuentes de calor.

El agua oxigenada es eficaz en la concentración en la que se comercializa, del 3%.

Limpia a diario las superficies que todos tocamos

No debemos olvidarnos de limpiar todas aquellas superficies de contacto frecuente como son mesas, picaportes de la puertas, grifos… Todas estas partes de la casa deberían ser desinfectadas a diario. Para ello, lo más recomendable es utilizar un limpiador adecuado, además de bayetas y estropajos diferentes para cada zona.

Después, repasando esas superficies, para desinfectarlas, con una bayeta escurrida, después de sumergirla en esa solución higienizante de lejía diluida. También sirve, como hemos dicho, una bayeta impregnada de alcohol de limpieza o de agua oxigenada.

Acuérdate de no mezclar las bayetas y estropajos de la cocina  con los del baño. Lo ideal es que todo lo que uses para limpiar el inodoro, lo guardes aparte y no lo emplees para otras superficies.

Cocina y baños los mayores focos

Los mayores focos de infección en una vivienda son la cocina y el baño, Por este motivo, la limpieza en esas zonas de la casa debe ser exhaustiva y profunda. En estas áreas de la casa se recomienda el uso de lejía y amoniaco, por separado y sin mezclar. Estos productos son muy desinfectantes y se pueden utilizar en grifos, lavabos, ropa, paños de cocina, etc. En los sanitarios no basta solo con echar el producto, sino que la limpieza debe ser profunda y con guantes desechables, a ser posible.

La limpieza e higiene de los armarios de cocina es muy importante ya que allí se almacenan objetos para comer y es necesario evitar la acumulación de polvo, migas, restos de especias, etc. Para limpiar en profundidad hay que despejar el armario de todos los objetos existentes. Después hay que pulverizar algún desinfectante para superficies (que contenga alcohol) y con un paño de microfibra, frotar.

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