Cogolludo no olvida que, según los creyentes, San Diego de Alcalá acabó con la peste en la villa en 1599

El milagro de San Diego de Alcalá que acabó con la peste en la villa de Cogolludo en 1599

El próximo domingo 12 de noviembre, la villa ducal de Cogolludo celebrará una de sus fiestas patronales más típicas y queridas, la de San Diego de Alcalá, que adquirió especial relevancia durante los años de pandemia.

El patronazgo de San Diego de Alcalá se remonta a los hechos ocurridos en Cogolludo en el año 1599. La villa serrana estaba entonces bajo el señorío de Juan de la Cerda y Aragón, VI Duque de Medinacelli y V Marqués de Cogolludo.

En aquel tiempo, la peste se había declarado en Flandes a finales del siglo XVI y se extendió por toda la península, causando más de medio millón de muertos. En Cogolludo, la pandemia se declaró en el verano de 1599, cobrando la vida de 539 personas en tan solo 5 meses.

Ante la grave situación, el Concejo de Cogolludo tomó medidas como cerrar las puertas de la muralla para impedir la entrada y salida de la villa, y socorrer a los pobres cuya situación empeoraba debido a la pandemia. Además, se buscó el auxilio divino y se pidió a San Diego de Alcalá que cesara la terrible pandemia.

Según la tradición, Fray Juan Cortés, padre guardián del Monasterio de Frailes Menores de San Francisco, pidió a sus hermanos franciscanos de Alcalá de Henares trasladar los restos del Santo desde la ciudad complutense a Cogolludo para rogar a San Diego que terminara con la peste. Y así fue, la llegada de los restos a la localidad coincidió con el cese de la mortalidad, lo que llevó a que San Diego de Alcalá sea proclamado «patrón de Cogolludo y su tierra hasta el fin del mundo».

En la actualidad, la celebración de la fiesta de San Diego se mantiene con sus tradicionales actos, como la misa y la procesión del santo, seguidos de la degustación de las ricas Roscas de San Diego, acompañadas de vino y refrescos. También se lleva a cabo una procesión desde el monasterio de San Antonio de los franciscanos y se celebra la corrida de un toro.

Aunque la Cofradía de San Diego y el Monasterio ya no existen, la celebración de San Diego de Alcalá sigue siendo un evento importante en Cogolludo. El Ayuntamiento costea los gastos de la fiesta y un concejal porta un cetro que data del año 1758 durante la celebración.

La historia de cómo San Diego de Alcalá acabó con la peste en Cogolludo en 1599 es recordada y celebrada cada año, tanto por aquellos que creen en el milagro como por quienes lo ven como una casualidad. Pero sea como sea, la festividad de San Diego sigue siendo un momento de alegría y agradecimiento en la villa ducal.

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