La coccigodinia, un dolor localizado en la zona del coxis, puede volverse crónico y limitar actividades cotidianas tan simples como sentarse o caminar. Según estudios recientes, esta afección impacta aproximadamente al 1% de la población general, siendo cinco veces más frecuente en mujeres que en hombres. La doctora Eider García, especialista de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Vitoria, sugiere que la mayor incidencia en mujeres se debe, en parte, a la anatomía femenina. El coxis de las mujeres tiende a estar más inclinado hacia atrás, lo que facilita el embarazo pero también lo hace más propenso a lesiones. Además, el embarazo en sí mismo ejerce una presión adicional en esta área, pudiendo causar microfracturas o luxaciones durante el parto. El estreñimiento crónico, otra condición más prevalente en mujeres, puede agravar este problema debido al esfuerzo continuo en la región pélvica.
El tratamiento para la coccigodinia empieza generalmente con un ajuste farmacológico, complementado, si es necesario, con infiltraciones locales para aliviar el dolor. En casos persistentes, el uso de la radiofrecuencia se presenta como una opción avanzada. Esta técnica, aplicada bajo control radiológico, utiliza calor sobre las estructuras nerviosas para desactivar temporal o permanentemente el dolor, según explica la doctora García.
El enfoque de tratamiento de la coccigodinia va más allá de abordar solo los síntomas; busca mejorar la calidad de vida de los pacientes. Desde soluciones farmacológicas hasta intervenciones mínimamente invasivas o tratamientos definitivos, el objetivo es permitir a las personas afectadas vivir sin dolor. La doctora García enfatiza la importancia de un diagnóstico adecuado y personalizado para ofrecer el mejor tratamiento posible. La coccigodinia, aunque comúnmente ignorada o subestimada, es una condición que merece atención por su impacto en la vida diaria.