La ortodoncia es una parte fundamental en el tratamiento para corregir la dentadura de los pacientes, sin el cual el proceso no se puede llevar a cabo de manera correcta ni con los resultados deseados. Por lo tanto, es importante realizar un diagnóstico preciso y detallado de los problemas del paciente antes de aplicar cualquier tratamiento.
Aunque cada vez son más las personas que deciden corregir sus dientes, existe una tendencia cada vez más común de alinearse los dientes sin pasar por la clínica de ortodoncia. Esto se debe, principalmente, a la preocupación por el coste y por la comodidad de gestionar todo desde casa.
Sin embargo, esta práctica puede ser peligrosa para la salud, como explica Clínica Ponce de León, una clínica especializada en ortodoncia que insiste en la importancia de realizar la primera cita con el paciente y supervisar el tratamiento a medida que avanza el tiempo. Es fundamental realizar una evaluación previa para conocer las necesidades específicas de cada paciente y elegir el tratamiento adecuado. Además, es importante acudir al dentista al menos cada tres semanas durante el tratamiento y realizar revisiones periódicas cada 3, 6 o 12 meses después de retirar la ortodoncia.
No se recomienda llevar a cabo un tratamiento de ortodoncia sin la supervisión del ortodoncista, ya que el paciente no podrá saber con exactitud si el tratamiento está funcionando correctamente o si es necesario realizar algún cambio. Además, hay otros factores a tener en cuenta, como la higiene diaria y los problemas de sarro o caries causados por un cuidado inadecuado durante el tratamiento.
En conclusión, el estudio y diagnóstico de ortodoncia son partes fundamentales para corregir la dentadura de los pacientes de manera segura y efectiva. Es importante realizar el tratamiento bajo la supervisión de un ortodoncista y acudir a las revisiones periódicas para asegurar la salud bucal a largo plazo.