Las eurodiputadas de Ciudadanos, Soraya Rodríguez y Susana Solís, han pedido a la Comisión Europea que tenga en cuenta una doble perspectiva de género y despoblación en la gestión de la emergencia sanitaria. A través de una carta a la vicepresidenta de Democracia y Demografía de la Comisión Europea, Dubravka Šuica, las eurodiputadas han alertado de la enorme complejidad que conlleva gestionar la crisis del COVID-19 en el medio rural por sus problemas específicos.
Para Rodríguez, “proveer de servicios básicos a zonas despobladas, dispersas y aisladas representa un gran reto y esfuerzo para las administraciones”. “Con los mismos recursos, tienen que asegurar el buen funcionamiento de los servicios sociales para la población confinada más vulnerable”, ha añadido. “Debemos garantizar la salud mental, la autonomía y el bienestar de los colectivos de riesgo”, ha insistido la eurodiputada.
Rodríguez, que acompañó a la vicepresidenta de la Comisión en su primera visita a nuestro país, ha recordado que el 10% de la población vive en el 70% del territorio en España, lo que significa que una densidad de 14 habitantes por kilómetro cuadrado eleva el coste de servicios esenciales para una población altamente envejecida. Precisamente, los mayores “han visto limitada su movilidad por las medidas de cuarentena y aislamiento y, en consecuencia, incrementadas sus necesidades de asistencia y de servicios”, ha observado.
Además, las eurodiputadas han recordado el papel predominante de la mujer como “cuidadoras en las familias”. “La ausencia de servicios de guardería y atención a personas mayores y dependientes en las zonas rurales”, han valorado, “conlleva que muchas mujeres se hayan visto obligadas a compaginar esta mayor responsabilidad de cuidado doméstico con sus trabajos agrarios, en muchos casos, aún no reconocidos”.
Así, las europarlamentarias han pedido que la Comisión contemple las necesidades específicas y dificultades extraordinarias a las que se enfrentan las mujeres que viven en las zonas despobladas y rurales. “Las mujeres en estas zonas se enfrentan a importantes retos en materia de salud, empleo y políticas económicas”, han aseverado. “La situación de desigualdad en estas zonas no va a terminar en el momento que superemos la pandemia” a la vez que han insistido en que “es necesario introducir la perspectiva de género y de despoblación en la estrategia de reactivación económica para la Europa despoblada”.
Apostar por la digitalización de las zonas rurales
La miembro de la Comisión Parlamentaria de Desarrollo Regional, Susana Solís, ha querido, a su vez, hacer hincapié en que “el obligado confinamiento ha dado lugar a una mayor conciencia del potencial de trabajo virtual y a distancia. Nos está mostrando que, con la infraestructura adecuada, el trabajo virtual puede ser igual de competitivo y eficaz que el trabajo presencial”.
En este sentido, Solís ha insistido en la necesidad de acelerar la inversión específica en banda ancha en los territorios despoblados con el fin de dotarlos de una “amplia y eficaz cobertura digital que podría invertir el proceso de vaciamiento que una importante parte del territorio europeo viene sufriendo en los últimos años”. Para Solís y Rodríguez, las mujeres tienen un papel fundamental en el emprendimiento en la España despoblada, “que no vacía, porque está llena de proyectos e iniciativas de desarrollo, en gran medida, impulsadas por mujeres, que necesitan apoyo y acompañamiento por parte de las distintas administraciones”.
Por ello, Solís ha recordado la importancia de los fondos estructurales y una política de cohesión fuerte para ayudar a disminuir la brecha digital que existe entre las zonas rurales y urbanas. “Debemos apoyar a las zonas rurales para maximizar la digitalización, la investigación y el desarrollo, el impulso económico o la demografía, lo que, en consecuencia, abordará el envejecimiento y el vaciamiento de las zonas rurales,” ha reiterado