Cinco estrategias innovadoras para ahorrar energía en el proceso de construcción

El aumento de la demanda energética en los últimos años junto con la crisis energética provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania están planteando nuevos desafíos para el sector de la construcción. Históricamente, este sector ha sido uno de los mayores consumidores de energía, pero ahora es el momento de buscar un entorno de construcción sostenible y eficiente energéticamente.

Según datos de la Comisión Europea, los edificios son responsables del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. Esto se debe a que tanto la construcción de edificios como el mantenimiento de los mismos tienen un impacto energético significativo, desde la extracción y producción de materiales hasta el transporte de los mismos. Además, en 2021, la demanda energética de los edificios aumentó un 4% desde 2020, el mayor incremento de los últimos diez años, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Ante esta situación, cada vez más países en todo el mundo están implementando regulaciones y códigos obligatorios o voluntarios de rendimiento energético de los edificios. Además, la certificación de edificios ecológicos se ha convertido en una herramienta clave para promover la sostenibilidad en el sector de la construcción.

En este sentido, los expertos de Sto, una multinacional especializada en sistemas de aislamiento térmico y materiales de construcción, proponen varias estrategias para contribuir al desarrollo sostenible y reducir el impacto ambiental en la construcción:

1. Diseño pasivo: El diseño arquitectónico pasivo permite maximizar la eficiencia energética desde el inicio de la construcción. Estos edificios registran hasta una décima parte del gasto energético de un inmueble convencional con superficies similares. La estanqueidad al aire, la ausencia de puentes térmicos, la ventilación mecánica con recuperación de calor y el uso de ventanas de alto rendimiento son algunas de las características de una Passivhaus.

2. Energías renovables integradas: La incorporación de sistemas de energía renovable es fundamental para mejorar el rendimiento energético de los edificios. Por ejemplo, los módulos fotovoltaicos integrados en las fachadas proporcionan aislamiento térmico y protección contra el ruido. Además, la geotermia de baja temperatura puede ser utilizada para la producción de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.

3. Aislamiento térmico exterior: Un buen sistema de aislamiento térmico exterior puede suponer un ahorro de hasta un 60% en costes energéticos. Además de proporcionar ventajas estéticas, estos sistemas aseguran una mayor durabilidad de la fachada y mejoras en la habitabilidad.

4. Construcción verde: Las fachadas verdes no solo tienen un aspecto atractivo, sino que también ayudan a reducir los efectos del cambio climático. Refrescan el ambiente, descomponen los contaminantes y protegen la fauna. Utilizar sistemas de fachadas verdes sostenibles y duraderos puede aportar un valor estético adicional al edificio.

5. Gestión eficiente del agua y la electricidad: Utilizar iluminación LED de alta eficiencia energética, sensores de movimiento y temporizadores, así como implementar sistemas de recolección de agua de lluvia y tecnologías de bajo consumo de agua, son medidas que pueden reducir significativamente el consumo de energía durante la construcción y el uso posterior del edificio.

En resumen, el sector de la construcción tiene el desafío y la oportunidad de adoptar estrategias que contribuyan al desarrollo sostenible y disminuyan el impacto sobre el medioambiente. La implementación de regulaciones de rendimiento energético, la certificación de edificios ecológicos y la adopción de estrategias como el diseño pasivo, la integración de energías renovables, el uso de sistemas de aislamiento térmico y la construcción verde son algunas de las medidas que pueden ayudar a lograr un entorno de construcción más sostenible y eficiente energéticamente.

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