El sindicato CCOO se marca como reto «equiparar» las condiciones laborales y los salarios en las distintas provincias de Castilla-La Mancha, mediante un solo convenio colectivo del campo que regule las condiciones laborales de las más de 35.000 personas trabajadoras empleadas en el sector agrario de la región a lo largo de cada año.
Según asegura el secretario regional de CCOO-Industria, Ángel León en nota de prensa, los convenios colectivos del campo de las cinco provincias establecen en la actualidad diferencias salariales «injustificables». En Guadalajara, 66,31 euros/día. En Cuenca 63,16; en Albacete 63,19; en Toledo con 62,78 y en Ciudad Real siguen en 54,03, por debajo de los 62,40 que establece el SMI.
«Es una aberración que la patronal Asaja de Ciudad Real, donde se recolecta una gran parte de la vendimia de Castilla-La Mancha, mantenga el convenio colectivo del campo, caducado desde 2020, por debajo del SMI con 12.116 euros año. Instamos una vez más a Asaja de Ciudad Real a sentarse en una mesa y solucionar esta anomalía laboral para las más de 11.000 personas trabajadoras de la provincia», reclama León.
Según ha denunciado, «esta referencia salarial que Asaja mantiene inalterada está, además de fuera de la legalidad, ajena a la realidad. No hay ningún viticultor ni ningún empresario agrarios de Ciudad Real que pague lo que marca el convenio; entre otras razones porque no encontrarían a ninguna persona dispuesta a recoger la uva por menos del SMI».
Otras cuestiones que le siguen preocupando al sindicato son «las trampas y fraudes en la contratación; la prevención de riesgos y los alojamientos». Respecto a la contratación, señala el dirigente sindical «hay quien se sigue empeñando en no declarar las jornadas reales, para ahorrarse así cotizaciones a la Seguridad Social». «Esta es una práctica que hay que terminar de erradicar», ha sostenido.
PREVENCIÓN
Por lo que respecta a la prevención, el sindicato advierte de que «no se puede bajar la guardia en ningún momento». «Ni en las bodegas, donde el trasiego de uva es incesante noche y día y donde hay que eliminar cualquier posibilidad de que ocurra un siniestro; ni en el campo. Más aún cuando la AEMET vuelve a anunciar temperaturas muy altas en los próximos días».
En cuanto a los alojamientos, reconoce que «se ha avanzado mucho, muchísimo», recordando que hay convenios, como el de Toledo, que establecen su exigencia y regulación. «Este tipo de cláusulas deben generalizarse, para completar los espacios que el ordenamiento legal deja en la indeterminación».
Finalmente, el sindicato espera que la vendimia 2022, iniciada hace ya diez días y que no se extenderá más allá de la última semana de septiembre, vuelva a reclamar la contratación de unas 25.000 personas, si bien se volverá a reducir la cifra de jornales, que se quedarán en torno al medio millón, debido al acortamiento de la campaña por la progresiva e imparable reestructuración del viñedo para posibilitar la mecanización de la recogida de la uva mediante la elevación de las cepas y su cultivo en espaldera.