En los próximos días se pondrá en marcha el grueso de los talleres de empleo aprobados por el Gobierno de Castilla-La Mancha en la provincia de Ciudad Real, programas de tipo formativo que debían haber empezado en la primavera pasada pero que quedaron suspendidos a causa de la declaración del estado de alarma.
En su momento, la Consejería de Economía, Empresas y Empleo aprobó en la provincia 29 de estos proyectos con un total de 240 alumnos-trabajadores y un aporte que supera los 2.782.000 euros. Salvo uno, el concedido a la fundación CERES, todos los demás fueron promovidos por entidades locales, ya sea de forma directa o a través de organismos autónomos.
Los proyectos incluyen, desde la recuperación de zonas verdes, como los presentados por los ayuntamientos de Almadén, Villanueva de la Fuente o Ciudad Real, a la rehabilitación de edificios históricos en Cózar o del entorno del Castillo de la Estrella de Montiel, aunque la mayoría, ofrecen formación específica en construcción, soldadura, frío industrial, electricidad u hostelería. También hay otros como el de Argamasilla de Alba, que forma ocho jóvenes para atención sociosanitaria a personas dependientes.
Para la delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, la reactivación de los talleres de empleo es una muy buen anoticia porque con ellos se pone en marcha la recuperación de inmuebles y espacios públicos de muchas localidades de la provincia, y también se abre una puerta para la futura inserción laboral de hasta 240 jóvenes en situación de desempleo.
Olmedo hizo estas consideraciones en Campo de Criptana, municipio que va a verse beneficiado con un taller dedicado a la rehabilitación de la Sierra de los Molinos y el Cerro de la Paz que cuenta con una subvención de 116.000 euros del Ejecutivo de Emiliano García-Page. Los diez beneficiarios del taller firmaron sus contratos de trabajo en un acto donde estuvo presente la representante del Gobierno regional y el alcalde, Santiago Lázaro.
Los talleres de empleo son programas mixtos dirigidos a personas desempleadas de veinticinco o más años de edad para que adquieran formación profesional y práctica laboral mediante la realización de obras o servicios de utilidad pública o interés social con el fin de facilitar su inserción laboral, tanto por cuenta ajena como mediante la creación de proyectos empresariales o de economía social.
Los beneficiarios de los talleres disfrutan de un contrato laboral de entre seis y doce meses de duración, dependiendo de la duración del proyecto, y perciben un sueldo equivalente al SMI. Además de la formación y experiencia laboral, los alumnos también reciben formación para alcanzar los niveles de educación obligatoria y sobre técnicas para búsqueda de empleo y creación de pequeñas empresas, riesgos laborales, alfabetización informática e igualdad de oportunidades, horas lectivas que computan como jornada efectiva de trabajo.