Castilla-La Mancha ha realizado en 2020 el mayor esfuerzo en gasto sociosanitario del conjunto de las comunidades autónomas para combatir el coronavirus, en relación con su renta, situándose por encima de la media nacional, según datos oficiales correspondientes al mes de diciembre de 2020 publicados hoy por el Ministerio de Hacienda, a la vez que ha cerrado el ejercicio presupuestario 2020 con un superávit del 0,41.
Tal como reflejan estos datos oficiales sobre el gasto sociosanitario realizado por las comunidades autónomas para hacer frente a los efectos del coronavirus, en Castilla-La Mancha el impacto derivado de la COVID-19 durante el pasado mes de diciembre alcanza los 473 millones de euros.
Esta cifra en términos relativos supone que Castilla-La Mancha ha dedicado en 2020 a combatir la pandemia el 1,23 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB), un porcentaje muy superior al que de media destina el conjunto de las regiones y que en el mes de diciembre se situó en el 0,74 por ciento.
De acuerdo con estos datos del Ministerio de Hacienda, el Gobierno de Emiliano García-Page vuelve a ser en diciembre el que mayor esfuerzo sobre su PIB está realizando a nivel nacional para combatir el virus.
Cabe recordar que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado en diferentes ocasiones que la región no escatimaría recursos a la hora de hacer frente al coronavirus porque lo primero es la salud de la ciudadanía.
Cierre de 2020 con superávit
Este mayor gasto público en la lucha contra la pandemia por parte de la Administración regional se produce a la vez que Castilla-La Mancha se sitúa como la segunda comunidad autónoma que más esfuerzo ha realizado por corregir la situación financiera de 2019.
Esto ha permitido que la región haya pasado de un déficit de 1,19 en 2019 a un superávit del 0,41 al cierre del ejercicio 2020 (158 millones de euros), lo que supone una variación positiva de 1,6 puntos del PIB.
En este sentido, Castilla-La Mancha ha sido una de las comunidades autónomas que ha liderado el esfuerzo económico en España para combatir el COVID-19 desde el máximo rigor presupuestario y agotando hasta el límite su capacidad en materia de gasto para atender a los sectores más afectados como consecuencia de la pandemia, con más personal, más medios y más ayudas.