Esta semana, el Gobierno de Castilla-La Mancha tomó parte en una reunión crucial del Comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria de España (RASVE) en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este encuentro, que contó con la presencia de representantes de todas las comunidades autónomas, tuvo como principal objetivo evaluar y coordinar las estrategias frente a enfermedades que han estado impactando al sector ganadero, incluyendo la lengua azul, la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) y la tuberculosis bovina.
El director general de Ordenación Agropecuaria, Joaquín Cuadrado, representó a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, subrayando en una nota de prensa de la Junta la vital importancia del intercambio de información y la cooperación para adoptar medidas y resolver de manera efectiva las situaciones planteadas.
Con respecto a la enfermedad hemorrágica epizoótica, Cuadrado resaltó que tras el análisis del impacto que ha tenido la enfermedad a nivel de zonas afectadas, razas, edad de los animales y sistemas de producción, se informó que laboratorios españoles se encuentran desarrollando una vacuna contra esta patología. Además, el Ministerio trabaja junto a las comunidades autónomas en un estudio de seroprevalencia para determinar la inmunidad de la cabaña ganadera, información que será determinante para enfrentar la enfermedad en el año entrante.
En la reunión también se acordó mantener la actual estrategia de vacunación contra la lengua azul a nivel nacional y se discutieron las modificaciones al programa de control de la tuberculosis para 2024. Se espera una nueva sesión en la que se analizarán los datos finales referentes al año 2023 proporcionados por las diferentes comunidades autónomas.
Finalmente, se resaltó la importancia del papel del veterinario de explotación en el mantenimiento e incremento de la sanidad de las explotaciones ganaderas y su relevancia ante enfermedades emergentes. Cuadrado indicó que la llegada de nuevas enfermedades, posiblemente más habituales debido al cambio climático, hace imprescindible la labor de estos veterinarios para la pronta detección y control de brotes, así como para la implantación de la nueva normativa en bienestar animal.