El Sindicato de Enfermería, Satse, ha detectado que durante el verano habrá un cierre temporal de más de 9.800 camas en los hospitales españoles, según las administraciones de salud públicas. En la región de Castilla-La Mancha, se verán afectadas 106 camas debido a este cierre, de acuerdo con el sindicato.
Después de realizar un análisis exhaustivo de la situación actual en las diferentes comunidades autónomas, Satse ha advertido que desde el mes de junio se han establecido nuevamente cierres programados y progresivos de camas, consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas en los centros hospitalarios, lo cual se mantendrá durante los meses de julio, agosto y septiembre.
En concreto, según los datos recopilados por Satse en las diferentes autonomías, se prevé que se cierren al menos 9.809 camas en toda España este verano. El año pasado fueron 8.600 camas las que se cerraron.
Por comunidades autónomas, en Andalucía se cerrarán 2.038 camas, en Madrid alrededor de 1.800 camas, en la Comunidad Valenciana serán 1.126 camas, en Cataluña 850 camas públicas, en el País Vasco 770 camas, en Aragón 659 camas, en Galicia 508 camas y en Asturias 400 camas. En lo que respecta a Castilla y León, la previsión es de 335 camas y en Extremadura 285 camas.
Por otro lado, en Cantabria se cerrarán 265 camas, en Murcia 250 camas, en las Islas Baleares serán 158 camas, en Navarra 108 camas, en Castilla-La Mancha el cierre afectará a 106 camas, en Canarias serán 99 camas y un total de 52 camas en La Rioja.
Satse enfatiza que este cierre de camas y la suspensión de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas tiene un impacto directo en las listas de espera del sistema sanitario, las cuales han ido aumentando en los últimos años.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, hay 793.521 personas esperando ser operadas. En este sentido, el Sindicato considera que el periodo estival podría aprovecharse para reducir estas listas de espera, pero por el contrario, se retrasa aún más el tiempo que deberán esperar las personas.
Ante la falta de camas, Satse ha advertido que las consecuencias de la «deficiente» planificación por parte de las administraciones públicas para el verano recaen nuevamente en los profesionales de la salud y en los pacientes.
En un comunicado, el sindicato lamenta que las administraciones no hayan cubierto todas las vacantes por periodos vacacionales o bajas por enfermedad, lo que resulta en un aumento de la carga de trabajo para los profesionales que trabajan en verano, lo cual repercute negativamente en la atención y en su salud.
Según Satse, el porcentaje de personal sanitario que no se sustituye oscila entre el 30 y el 40 por ciento, dependiendo del servicio de salud.
Asimismo, otra consecuencia de esta planificación deficiente es el aumento de pacientes desplazados a otras unidades que no corresponden a su patología, lo cual afecta la calidad asistencial que se les ofrece.
De manera paralela, Satse afirma que las enfermeras también son desplazadas a otros servicios o unidades según las necesidades, lo cual dificulta su labor debido a diversos factores externos, como el desconocimiento inicial de los recursos y características de su nuevo destino, entre otros.
Otra cuestión en la que incide Satse es en la falta de organización adecuada de las necesidades durante el verano en hospitales y centros de salud. Mientras algunas zonas tienen menos carga asistencial, en otras, que son destinos turísticos tradicionales, se produce un incremento considerable debido a la afluencia de visitantes o residentes estacionales.
Además, muchos municipios rurales experimentan un aumento considerable de población durante los meses de verano, lo que puede generar problemas y saturación, ya que en estos lugares no existen los recursos asistenciales y profesionales necesarios.
El sindicato asegura que si durante el resto del año ya resulta difícil ofrecer la atención requerida en estas zonas del país, durante el verano, con más población, la situación puede empeorar.
