El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que en el año 2022 se han atendido a un total de 300,000 pacientes que no están empadronados en la región, lo que ha supuesto un coste adicional de 24 millones de euros para la comunidad autónoma. Garcia-Page no considera esto un agravio, pero se cuestiona quién debe pagar la factura.
El mandatario también ha anunciado que dos consultorios locales crecerán hasta convertirse en centros de salud debido a la mayor presión asistencial provocada por la cercanía con Madrid. De hecho, se han dispensado hasta dos millones de recetas médicas en la región para vecinos de la Comunidad de Madrid.
García-Page defiende que este aumento no supone un problema y, por el contrario, ve como un dato positivo que la mayoría de personas que no encuentran opciones de vida en Madrid acudan a Castilla-La Mancha, aunque ello exige una buena planificación. En este sentido, aboga por un «planteamiento ambicioso» para abordar el importante reto de vertebrar el territorio en La Sagra.
