En un giro de eventos que capturó la atención del público español, el programa de corazón de Telecinco, ¡De viernes!, celebró su primer aniversario el pasado 29 de noviembre con un evento que tuvo a toda la audiencia pegada a sus pantallas. La razón de tal expectación no fue otra que el primer encuentro televisivo entre Carlo Costanzia y Terelu Campos, quienes pronto se convertirán en abuelos, gracias al futuro nacimiento de la descendencia de Carlo Costanzia hijo y Alejandra Rubio, esta última ya retirada de su rol de colaboradora en el programa Vamos a ver debido a la inminente llegada de su bebé.
En una noche donde las emociones estuvieron a flor de piel, Beatriz Archidona y Santi Acosta dieron la bienvenida a Carlo Costanzia al plató, donde el ambiente se cargó de tensión y expectativa. El italiano, quien mostró total disposición a enfrentarse a las preguntas de los conductores, sorprendió al público con sus declaraciones acerca de Mar Flores y la posibilidad de un encuentro con su exmujer tras el nacimiento de su nieto. Sin comunicación con Mar Flores durante varios años, Costanzia señaló que, a pesar de su distanciamiento, la relación de su exmujer con su hijo sería de naturaleza diferente, dejando claro que el tema del nacimiento de su nieto era un asunto que incumbía a ellos.
Los rumores de crisis entre Alejandra Rubio y Carlo Costanzia hijo, así como la posible participación de este último en Supervivientes 2025, también hicieron eco en la noche. Dichos rumores fueron enfáticamente desmentidos por un Costanzia visiblemente molesto, asegurando que la pareja está más unida que nunca y descartando las especulaciones de una separación.
La sorpresa de la noche llegó cuando Antonio Montero expuso las especulaciones sobre la participación de Costanzia hijo en el reality show de supervivencia, algo que el invitado negó rotundamente, a pesar de que fuentes como María Patiño sugerían lo contrario. Este punto de la conversación sirvió para mostrar el amplio abanico de emociones y situaciones que rodean a la familia en este peculiar momento de sus vidas.
El primer aniversario de ¡De viernes! se convirtió así en un hito televisivo que fusionó la celebración con la controversia, el drama familiar con el entretenimiento, dejando a la audiencia con ganas de más y demostrando por qué este tipo de programas sigue conquistando el corazón de los espectadores.