La digitalización y el uso de tecnologías avanzadas se están convirtiendo en elementos diferenciadores y clave en diversos sectores de la economía y la sociedad. Uno de los ámbitos donde estos cambios están teniendo un impacto profundo es en la contratación pública, especialmente en España, gracias a la adopción de la metodología BIM (Building Information Modeling). El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) ha puesto en marcha el Plan BIM, marcando un hito en la modernización del sector público mediante la digitalización de procesos en el ámbito de la construcción.
Este ambicioso Plan BIM, activo desde el 1 de abril, tiene como objetivo la implementación gradual de BIM en la contratación pública, esperando completar este proceso para 2030. De acuerdo con este esquema, es obligatorio que ciertos contratos públicos, especialmente aquellos vinculados a obras y concesiones cuyo valor estimado sea igual o superior a 5.538 millones de euros, incorporen requerimientos de información BIM en sus procedimientos de licitación.
El propósito detrás de la implementación de BIM en el marco de la contratación pública es multifacético: busca no solo mejorar la eficiencia en el gasto público sino también facilitar la transformación digital del sector, promover ahorros en costos de proyectos y fomentar la inclusión de pequeñas y medianas empresas en los proyectos de contratación, todo ello apoyándose en el uso de estándares abiertos.
Hasta 2022, ya un 1,4% de la contratación pública realizada por la Administración General del Estado y sus organismos dependientes, lo que equvale a 190 contratos con un valor total de 761 millones de euros, solicitó la aplicación de BIM. Este dato subraya el potencial de implantación de esta metodología, que podría llegar a abarcar hasta el 25% del total de la contratación pública.
BIM representa una evolución en la forma de trabajar dentro del sector de la arquitectura, ingeniería, construcción y operaciones (AECO), promoviendo el trabajo colaborativo y la centralización de toda la información del proyecto en un único modelo digital desarrollado por todos los participantes. Esto no solo favorece la eficiencia económica y medioambiental sino que también reduce riesgos e incertidumbres, aumentando la calidad del resultado final.
Debido a sus significativas ventajas, cada vez son más los profesionales del sector AECO que se interesan por formarse en BIM, en busca de las mejores ofertas académicas como el Máster BIM Manager Internacional (+VR) de Espacio BIM (www.espaciobim.com). Dominar BIM se ha convertido en una estrategia clave para mejorar la empleabilidad en campos como la arquitectura y diseño, permitiendo a los profesionales visualizar proyectos de manera anticipada, optimizar la productividad, simplificar la interpretación de proyectos, reducir conflictos y mejorar la comunicación.
Además, BIM potencia la participación de los clientes en las etapas de planificación y creación de los proyectos, gracias al uso de modelos 3D que ilustran las distintas fases y el producto final, reforzando así la interacción y las contribuciones durante todo el proceso de proyecto.
En resumen, la implementación de BIM dentro de la contratación pública en España representa no solo un avance tecnológico sino también un cambio cultural y estratégico que promete mejorar la eficiencia, la calidad y la inclusión en el sector de la construcción y áreas relacionadas.
