Hace más de 15 años, Policlínica Gipuzkoa marcó un hito en el campo de la medicina al introducir la cirugía robótica para tratar el cáncer de próstata. Ahora, la institución sigue a la vanguardia al organizar un Aula de Salud que tendrá lugar el 24 de octubre en la Sala de Prensa del Reale Arena. Durante este evento, dos expertos en la materia, Gregorio Garmendia y José Luis Elósegui, compartirán sus conocimientos y experiencias sobre los avances en procedimientos quirúrgicos realizados mediante esta tecnología revolucionaria.
La cirugía robótica ha transformado significativamente el panorama quirúrgico, beneficiando tanto a los cirujanos como a los pacientes. Según José Luis Elósegui, cirujano general y especialista en el aparato digestivo, esta técnica ofrece una precisión incomparable, especialmente en procedimientos complejos del suelo pélvico. «La cirugía robótica ha llegado a proporcionar una ventaja crucial en la sutura de estructuras anatómicas complejas», afirma Elósegui, aludido a la relevancia de esta tecnología en intervenciones delicadas.
Por su parte, Gregorio Garmendia, urólogo de la misma clínica, destaca el impacto positivo de la cirugía robótica en el campo de la urología. Tradicionalmente aplicada en el tratamiento del cáncer de próstata y tumores renales, la tecnología también se utiliza ahora en cistectomías y procedimientos reconstructivos. Garmendia enfatiza la mejora en la calidad de vida de los pacientes gracias a una recuperación más rápida, menor dolor y la conservación de funciones vitales como la continencia urinaria y la función eréctil.
El testimonio de I.L., un paciente de 62 años operado por Garmendia mediante esta técnica, ilustra de manera clara los beneficios de la cirugía robótica. Tras ser sometido a una nefrectomía parcial asistida por el robot Da Vinci, I.L. señala que la ausencia total de dolor y la rápida recuperación le permitieron retomar su vida diaria casi de inmediato. «El equipo fue impresionante y la recuperación, rapidísima», comenta sobre su experiencia.
A pesar de que su implementación a gran escala lleva tiempo, la cirugía robótica ha demostrado ser una tecnología que «ha llegado para quedarse», como afirma Elósegui. No solo mejora la precisión del proceso quirúrgico, sino que también ofrece un entorno de trabajo más ergonómico para los cirujanos, lo que podría prolongar su carrera profesional.
En definitiva, la cirugía robótica representa un avance significativo en el ámbito de la medicina, ofreciendo beneficios tangibles tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes, logrando una notable mejora en los resultados postoperatorios y en la calidad de vida.
