El reciente estudio llevado a cabo por Atos, titulado «Aumentar la sostenibilidad del entorno de trabajo digital: una estrategia basada en datos para avanzar colectivamente», revela las preocupantes cifras de desperdicio en la industria informática y ofrece una serie de soluciones accionables para mitigar estas prácticas. Uno de los datos más reveladores es que el 79% de la huella de carbono de un ordenador portátil se genera durante su fabricación, con cada nuevo dispositivo emitiendo aproximadamente 338 kg de CO₂ equivalente antes de comenzar a usarse. Extender el ciclo de vida de estos dispositivos se presenta, por lo tanto, como una medida eficaz para reducir su impacto ambiental.
En el estudio, Atos propone que al alargar el ciclo de renovación estándar de tres a cuatro años, las empresas pueden reducir las emisiones de los dispositivos en un 25% sin sacrificar el rendimiento o la satisfacción del usuario. Esta renovación extendida, basada en el estado de los dispositivos y acompañada de reacondicionamiento, podría alargar su vida útil entre 8 y 10 años.
El análisis también destaca que el 76% de los portátiles de grandes organizaciones son aptos para la remanufactura, mientras que el 24% restante podría ser reacondicionado o reciclado, contribuyendo así a una economía más circular. La participación de los empleados es fundamental en esta transición hacia prácticas más sostenibles, con un 75% de ellos dispuestos a mantener sus dispositivos por más tiempo si conocen los beneficios medioambientales de hacerlo. Sin embargo, persiste un 16% de dispositivos que se mantienen en funcionamiento continuo, lo que demuestra la necesidad de una mayor educación sobre ahorro energético en el lugar de trabajo.
La fluctuación de la intensidad de carbono a lo largo del día también ofrece una oportunidad para mejorar la eficiencia energética: informar a los usuarios sobre los momentos óptimos para utilizar la red eléctrica y fomentar el uso de la batería puede ser crucial en este contexto. Este compromiso con la sostenibilidad se refleja en que el 57% de las emisiones de carbono del sector TIC provienen de dispositivos y entornos de trabajo, un reto que Atos aborda analizando 28,5 millones de dispositivos con la ayuda de sus socios Nexthink, Tier1 y Circular Computing.
Leon Gilbert, vicepresidente sénior de Digital Workplace en Atos, comentó que el objetivo del estudio es desafiar las convenciones y descubrir nuevas oportunidades para empresas y proveedores de servicios de TI. Destacó que, a través de datos y análisis, ahora es posible formular directrices concretas para aumentar el valor financiero, ambiental y social de cada dispositivo sin comprometer la satisfacción del usuario.
David Welling, responsable de Gobernanza de Sostenibilidad de TI en National Grid, añadió que su organización está considerando los datos del estudio para impulsar cambios estratégicos de comportamiento. La posibilidad de integrar la flexibilidad de la demanda con las TIC podría cambiar significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel macro en los sistemas energéticos.
El informe de Atos permite concluir que una gestión sostenible del entorno de trabajo no solo es posible, sino también rentable y rápida de implementar. En la máxima de «lo que se puede medir se puede modificar», Atos destaca la importancia de contar con datos precisos y en tiempo real para lograr objetivos ambientales. Esta empresa proporciona soluciones digitales integrales que incluyen tanto herramientas de colaboración como servicios de atención al cliente, asegurando que la sostenibilidad esté al frente de sus actividades de transformación digital. En marzo de 2024, Gartner reconoció nuevamente a Atos como Líder en su Cuadrante Mágico para Servicios de Puesto de Trabajo Digital Subcontratados, reafirmando su liderazgo en este ámbito por octavo año consecutivo.