En un nuevo episodio de la escalada de violencia en Ucrania, la capital, Kiev, ha sido el blanco de un ataque masivo por parte de Rusia que ha causado la muerte de al menos cuatro personas. Además, el bombardeo alcanzó distintas áreas del país, provocando “numerosos impactos” en la región occidental de Ternópil, han confirmado las autoridades locales.
Vitali Klichkó, el alcalde de la capital ucraniana, compartió mediante su cuenta de Telegram que la cifra de fallecidos en la ciudad ha ascendido a cuatro, mientras que los equipos de emergencia continúan con las labores de búsqueda y rescate. Asimismo, se reportaron 16 heridos que han tenido que ser hospitalizados como resultante del ataque. “Ya son cuatro muertos en la capital. En varios lugares continúan los trabajos de búsqueda y rescate”, afirmó Klichkó.
La Administración Militar Regional de Kiev indicó que el ataque se centró en “infraestructura civil” y ha dejado daños materiales en seis distritos de la capital. Klichkó agregó que varias estaciones del metro sufrieron daños debido al bombardeo.
A pesar de que no se ha especificado el tipo de armamento utilizado por Rusia en estos ataques, el alcalde hizo saber que, desde el comienzo del bombardeo en horas de la madrugada, se detectó la presencia de drones rusos acercándose a Kiev, un fenómeno que ocurre prácticamente cada noche.
El ataque no solamente afectó infraestructura civil sino también vías de tren en la región capitalina, dejando a la empresa nacional de trenes, Ukrzaliznytsia, en la necesidad de modificar la ruta de seis trenes, entre ellos el que realiza el trayecto internacional entre Dnipró, en el centro de Ucrania, y la ciudad polaca de Jelm. “El bombardeo ha dañado vías de tren en Kiev”, comunicó la compañía, anunciando los cambios en las rutas.
En la región de Ternópil, el gobernador Viacheslav Negoda describe el ataque como “el más masivo” sufrido por esta provincia ucraniana durante el conflicto, sin detallar objetivos concretos, pero informando de cinco heridos y daños en infraestructuras industriales. Además, el ataque ha dejado una parte de la ciudad de Ternópil sin electricidad. Según Negoda, en este operativo se ha utilizado tanto drones kamikaze Shahed de origen iraní como misiles de crucero.
La región de Volinia, en el noroeste de Ucrania, también fue objetivo de Rusia. Según informó el gobernador Iván Rudnitski, la capital regional, Lutsk, experimentó un “ataque masivo” con misiles y drones, que resultó en cinco heridos y daños en al menos un edificio residencial de varias plantas.
Este ataque se produce en un contexto de tensión creciente y ataques recurrentes, marcando otra jornada oscura en el prolongado conflicto entre Rusia y Ucrania, afectando profundamente a civiles y deteriorando aún más la infraestructura del país.