El acuerdo del Consejo de Ministros de 26 de agosto de 2007 declaró el 26 de octubre como “Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido”, recogiendo una reivindicación del movimiento asociativo manifestada en el III Congreso Español del Daño Cerebral, celebrado en Pamplona en 2006, con el fin de movilizar a la sociedad e implicarla en la prevención de este tipo de lesiones. La declaración de tal efeméride pretende, además, implicar a las asociaciones de personas afectadas y a sus familiares, así como a las Administraciones Públicas.
Desde Castilla-La Mancha no queremos dejar pasar esta fecha como un día cualquiera. Queremos poner en valor el trabajo y la dedicación de los profesionales de esta área y que la ciudadanía tenga conocimiento de la labor que mi Gobierno, el de todos los castellano-manchegos, hace en la prevención y la atención a las personas afectadas por esta lesión.
El Daño Cerebral Adquirido es una lesión repentina del cerebro, que suele dejar secuelas, dependiendo de la gravedad del accidente cerebral y de la zona o área del cerebro afectada, que produce un deterioro en el sujeto respecto a su situación anterior y se estima que en España hay 420.000 personas afectadas por DCA, y aproximadamente 20.000 en Castilla-La Mancha.
El Daño Cerebral Adquirido, proviene, fundamentalmente, de accidentes vasculares cerebrales, como el ictus en el 78 por ciento, traumatismos craneoencefálicos, en el 22 por ciento, o tumores cerebrales, aunque también en menor medida por infecciones o casos de hipoxia o anoxia cerebrales que impiden la correcta oxigenación de las sensibles estructuras neurológicas. El 63% de las personas con DCA tiene más de 65 años, siendo la mayor incidencia en mujeres. En el caso de las personas jóvenes tienen una fuerte incidencia en los traumatismos craneoencefálicos como consecuencia de los accidentes automovilísticos o laborales, principalmente.
Frente al DCA la mejor posición es la prevención, fundamentalmente en sus dos causas principales: el ictus, con cerca de 6.000 afectados en Castilla-La Mancha o los traumatismos craneoencefálicos provenientes de accidentes circulatorios.
Tal es la incidencia del ictus que la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) y las 36 entidades a las que representa, entre las que se encuentra ADACE-CLM, pusieron en marcha la campaña “Entro con un Ictus, salgo con un Daño Cerebral”, con el fin de incidir en los factores de riesgo del ictus como son la hipertensión arterial, el consumo de tabaco y drogas, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad o los estilos de vida sedentarios. En relación con la segunda de las causas predominantes, los traumatismos craneoencefálicos, debemos hacer un llamamiento a extremar la precaución en la carretera y a observar todas las normas de seguridad.
Por ello, el Gobierno de Castilla-La Mancha proporciona un servicio público de salud para la atención y rehabilitación de las personas afectadas por DCA, y colabora con el movimiento asociativo desde el sistema de Atención a la Dependencia y los programas de apoyo a las Personas con Discapacidad con programas de fomento de la autonomía personal en los Centros de Atención Directa, que cuentan con 8 recursos y 275 plazas, con el programa de Centro de Día con 5 plazas y el de Apoyo Residencial con 22 plazas, o con el apoyo a otras actuaciones como los programas de información, orientación y apoyo a los afectados y familias de DCA, los programas de prevención y sensibilización, los programas de investigación y formación, el programa de voluntariado o el programa de Ayuda a Domicilio.
Del mismo modo, el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene el compromiso de elaborar una Estrategia en la órbita socio-sanitaria de atención a las personas con DCA y sus familias, contando con las entidades colaboradoras de Castilla-La Mancha. El objetivo es coordinar acciones entre el Sistema Público de Salud y los programas que se desarrollan desde el Sistema de Dependencia y de atención a la Discapacidad.
En el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha queremos llamar la atención sobre la prevención, sensibilizar a la población sobre este tipo de lesiones y dar a conocer y hacer visibles a las personas afectadas por DCA y a sus familias, reconociendo la labor que tanto familiares como cuidadores desempeñan en la atención a todas las personas que lo padecen, colaborando en su salud y bienestar.