Aquona apuesta por las infraestructuras sostenibles para mitigar el impacto del cambio climático

El 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Saneamiento promovido por Naciones Unidas. Este año la celebración pone el foco en los 3.600 millones de personas en todo el mundo que carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura. Más allá de ser un derecho, es necesario que todas las personas de una comunidad dispongan de retretes para proteger su salud de manera transversal. Por eso, agua y saneamiento para todos es el sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la hoja de ruta mundial para un mundo más justo y sostenible.

Colaboración público-privada para mantener las instalaciones

Aún con niveles altos de desarrollo, Españatiene camino a recorrer en materia de saneamiento y aguas residuales, más si cabe, teniendo en cuenta el impacto del cambio climático, el gran desafío contemporáneo para la gestión sostenible de estos sistemas.

La Unión Europa indica a sus estados miembros la necesidad de seguir apostando por el tratamiento avanzado en los sistemas de depuración. Ello supone invertir, con un modelo de colaboración público-privada, de manera sostenida en las instalaciones para atender las directivas europeas y para lograr sistemas más resilientes ante el impacto del cambio climático.

Aquona transforma sus depuradoras para regenerar el agua

Aquona, comprometida con el saneamiento de calidad, gestiona en Castilla-La Mancha y Castilla y León un total de 70 plantas depuradoras que durante el año 2020 trataron47.818.711 m3, el equivalente a 19.100 piscinas olímpicas. Para hacer frente al desafío climático y hacer más sostenible todo el proceso, la compañía impulsa la evolución de las depuradoras tradicionales en “biofactorías”, un nuevo concepto basado en la economía circular. Estas instalaciones regeneran, mediante sistemas de tratamiento avanzado, el agua que tratan, lo que permite su reutilización en nuevos usos, como el riego de zonas verdes o la agricultura. Además, valorizan todos los residuos generados durante la depuración y se autoabastecen de energía. Solo en 2020, la empresa produjo más de 31.920 toneladas de lodos que se destinaron mayoritariamente a la agricultura.

En Castilla-La Mancha, los avances se centran en la depuradora de Ciudad Real en la que se trabaja para su conversión en biofactoría. Además, el compromiso de Aquona es que todas las infraestructuras que gestiona sean verdes y por ello, aplica soluciones basadas en la naturaleza para potenciar una economía baja en carbono. La preservación de la biodiversidad en este sentido es una pieza fundamental y así lo ha entendido Aquona: todas las plantas de tratamiento de agua en las que opera están 100 % libres de uso de fitosanitarios.

La importancia de no tirar residuos al inodoro

Con motivo del Día Mundial del Saneamiento, es necesario recordar la importancia de no tirar residuos por el inodoro, tales como colillas, aceite, productos para el cuidado personal (toallitas higiénicas, pañales de bebés, bastoncillos de algodón, discos desmaquillantes, tampones, etc.), así como medicamentos, un mal hábito con una costosa factura económica y medioambiental.

Según la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento (AEAS), en una ciudad española de unos 300.000 habitantes se recogen alrededor de 10 kilogramos de estos residuos por persona al año. Estos desperdicios obstruyen las canalizaciones y suponen un sobrecoste total estimado de unos 230 millones de euros al año.

Por eso, Aquona retoma su campaña #NosonProblemitas que pretende sensibilizar a la población acerca de la magnitud de los daños que el incorrecto desecho de estos productos puede causar en las infraestructuras de saneamiento y depuración y, por ende, en el medio ambiente.  Esta iniciativa utiliza los diminutivos que empleamos cuando hablamos de `toallitas’ o ‘bastoncillos’ porque pocas veces la sociedad es consciente del impacto que puede tener su mal uso, generando problemas que están muy lejos de ser pequeños.

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