El uso de aplicaciones bóveda por parte de los menores, para ocultar contenido inapropiado o burlar los controles parentales, está generando preocupación entre los padres y expertos en seguridad digital. Estas aplicaciones, disfrazadas bajo la apariencia de calculadoras o cámaras, permiten a los niños esconder archivos y acceder a contenido restringido de forma clandestina.
Ante esta situación, la plataforma de seguridad digital para familias, Qustodio, advierte sobre los riesgos que conlleva el uso de estas aplicaciones ocultas. Según Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, además de acceder a contenido inapropiado, los menores pueden estar exponiéndose a estafas y robo de información personal al utilizar este tipo de herramientas.
Algunos de los peligros que señalan desde Qustodio incluyen la pérdida de responsabilidad por parte de los jóvenes al esconder información de la que no tendrían por qué preocuparse si hicieran un uso adecuado, el acceso a contenido inapropiado sin restricciones y el riesgo de robo de datos personales al no tener ningún control sobre la información a la que acceden.
En este sentido, muchas familias se preguntan cómo controlar el acceso a estas aplicaciones bóveda. Según el estudio de Qustodio, una forma de identificar si el dispositivo de un menor cuenta con este tipo de aplicaciones es verificar la cantidad de aplicaciones de calculadora que tiene instaladas. Si hay más de una, es probable que esté utilizando una aplicación bóveda. También se recomienda buscar el nombre de la aplicación para comprobar si es una calculadora real o no.
Ante la creciente popularidad de estas aplicaciones ocultas, Eduardo Cruz aconseja a los padres hablar con sus hijos sobre los peligros que conlleva su uso y establecer una relación de confianza para fomentar un uso responsable de la tecnología. Además, es importante que los padres se informen y manejen herramientas como Qustodio para supervisar de manera más eficaz el uso que hacen sus hijos de los dispositivos digitales.
En definitiva, el uso de aplicaciones bóveda por parte de los menores representa un desafío para los padres y expertos en seguridad digital, quienes buscan formas de proteger a los niños de los peligros que conlleva el acceso indiscriminado a contenidos inapropiados y el riesgo de estafas y robo de datos personales.
