De acuerdo con las proyecciones del informe 2026 Global Medical Trend Rates, elaborado por Aon, el panorama de los costos en los planes médicos a nivel mundial enfrenta una tendencia al alza que no parece desacelerarse. Para España, en concreto, la previsión indica que la tasa de incremento en los costes médicos será del 10 % en 2026, marcando un aumento de 2 puntos porcentuales en comparación con 2025. Este incremento refleja una realidad preocupante: la presión constante sobre los sistemas de salud y la necesidad de que las empresas ajusten sus estrategias para afrontar estos cambios.
El concepto de tasa de tendencia médica es fundamental para comprender esta situación; representa el porcentaje de aumento esperado en los costos unitarios de los planes de salud patrocinados por empleadores. Este aumento se debe a múltiples factores: desde la inflación en los precios de medicamentos y tecnología médica, hasta un mayor uso de los servicios sanitarios por parte de una población cada vez más envejecida y con mayores factores de riesgo como hipertensión, obesidad y sedentarismo. Además, la creciente demanda por atención privada y los avances tecnológicos que incrementan los costos también juegan un papel importante en esta dinámica.
La proyección de Aon apunta a que, en 2026, los costos globales en planes médicos subirán cerca de un 9,8 %, alcanzando tasas de crecimiento que, por primera vez desde 2023, volverán a estar en cifras de un solo dígito. Esto indica una posible estabilización en los costos, aunque siguen siendo elevados y demandan atención por parte de las compañías y los responsables de recursos humanos.
Para afrontar estos desafíos, muchas empresas están adoptando enfoques innovadores. Carmen Burgos, directora general de Health Solutions de Aon España, destaca que estrategias como la implementación de beneficios flexibles, programas de bienestar y la optimización del diseño de los planes médicos son clave. Estas acciones no solo contribuyen a controlar el gasto, sino que también mejoran la salud y el bienestar de los empleados, fortaleciendo la sostenibilidad de los programas de salud en el largo plazo. La prioridad, según Burgos, es “garantizar la sostenibilidad de los programas de salud, ajustándose a los nuevos retos y poniendo en primer plano el bienestar de las personas”.
En un contexto de incertidumbre tanto económica como geopolítica, con impactos en los aranceles internacionales, las empresas deben ser proactivas. Kathryn Davis, vicepresidenta de Beneficios Globales en Aon, señala que, aunque algunos mercados están experimentando una disminución en la inflación, los costos en salud mantienen una presión significativa. La clave para navegar en esta realidad compleja radica en el análisis predictivo y la adopción de estrategias innovadoras de gestión de costos, que permitan a las organizaciones no solo adaptarse a la volatilidad, sino también fortalecer su estrategia de beneficios a largo plazo.
El informe de Aon, basado en datos de profesionales en más de 100 ubicaciones, evidencia la amplitud de la tendencia y refuerza la necesidad de que las empresas consideren soluciones creativas y adaptadas a un entorno en constante cambio. En definitiva, el camino hacia la sostenibilidad en los costes de salud requiere de una visión más integral, centrada en el bienestar del empleado y en la innovación en la gestión. Solo así, tanto las organizaciones como los trabajadores podrán afrontar los retos que plantea la salud en un mundo en permanente transformación.