Alfredo Yoldi, especialista en endocrinología en Policlínica Gipuzkoa, advierte sobre los riesgos del hipertiroidismo: pérdida de peso y complicaciones cardíacas

El hipertiroidismo es una afección médica caracterizada por un exceso en la función de la glándula tiroides, resultando en una producción elevada de las hormonas tiroideas T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina). Según el Dr. Alfredo Yoldi, endocrinólogo de la Policlínica Gipuzkoa, este desbalance hormonal puede generar una serie de síntomas prevalentes, incluyendo nerviosismo, taquicardias, palpitaciones, temblores en las manos, pérdida de peso y sudoración excesiva. Aunque solo afecta a menos del 1% de la población, el impacto del hipertiroidismo en la calidad de vida de los pacientes puede ser significativo.

El diagnóstico del hipertiroidismo es directo y se puede establecer mediante un análisis de sangre que evalúa los niveles de hormonas tiroideas. Yoldi destacó que un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar considerablemente la calidad de vida de los afectados, quienes de otro modo podrían enfrentar complicaciones como una disminución progresiva de peso y problemas cardíacos.

Una vez diagnosticado, es crucial identificar la causa subyacente del hipertiroidismo. La enfermedad de Graves-Basedow, una condición autoinmunitaria, es la causa más común y se caracteriza por la producción de un anticuerpo que estimula excesivamente la tiroides. Este diagnóstico se confirma por la presencia elevada de hormonas tiroideas y de este anticuerpo en la sangre.

Existen otras causas menos frecuentes de hipertiroidismo, como el consumo de medicamentos que contienen yodo, la presencia de tiroiditis, o el desarrollo de un bocio multinodular tóxico debido a nódulos en la tiroides. En muchos casos, los orígenes no son claros más allá de la enfermedad autoinmune o bocios antiguos, siendo el hipertiroidismo de Graves más habitual en mujeres jóvenes, mientras los bocios multinodulares predominan en personas mayores.

Respecto al tratamiento, Yoldi explica que se disponen de varios métodos, entre ellos los medicamentos antitiroideos que inhiben la síntesis de hormonas tiroideas, el uso de radioyodo para reducir el tamaño de la glándula, y en casos severos, la cirugía para extirparla completamente. Además, el hipertiroidismo puede afectar la visión, especialmente en la enfermedad de Graves, provocando exoftalmos. No obstante, las novedades en terapias con anticuerpos monoclonales están ofreciendo avances significativos en el tratamiento ocular asociado a estas condiciones.

El hipertiroidismo sigue siendo una preocupación médica importante, subraya Yoldi, quien urge a las personas con síntomas a buscar atención médica para asegurar un diagnóstico temprano y una gestión eficaz de la enfermedad.

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