Con el inicio de un nuevo año, muchas personas se plantean propósitos frescos, y la pérdida de peso suele encabezar la lista. Sin embargo, este proceso puede estar lleno de incertidumbres. Alfredo Yoldi, endocrinólogo de Policlínica Gipuzkoa, subraya la relevancia de las hormonas, la adopción de un estilo de vida saludable y las alternativas médicas existentes para quienes persiguen un adelgazamiento efectivo y duradero.
En Euskadi, el 46,4% de los adultos sufre de sobrepeso, y un 16% se enfrenta a la obesidad. Aunque esta condición se relaciona frecuentemente con hábitos de vida poco saludables, algunos trastornos hormonales pueden contribuir a su aparición. Según el especialista, problemas en la tiroides, niveles elevados de cortisol o resistencia a la insulina son ejemplos de afecciones hormonales vinculadas a la obesidad. Para descartar estas alteraciones, Yoldi aconseja realizarse un chequeo hormonal completo tras consultar a un médico.
Las hormonas, aunque desempeñan un rol secundario en la pérdida de peso, tienen la capacidad de influir en la regulación del apetito, provocando sensaciones de hambre o saciedad. No obstante, su impacto es menor en comparación con la dieta y el ejercicio. «Lo esencial es mantener un estilo de vida saludable», enfatiza el endocrinólogo.
La genética y factores inalterables también juegan un papel crucial en la pérdida de peso. Algunas personas, a pesar de llevar hábitos de vida similares, encuentran más facilidad para adelgazar, algo que Yoldi atribuye a la genética. Los llamados ‘genes ahorradores’ pueden disminuir el metabolismo basal, dificultando así el proceso de pérdida de peso, logrando resultados distintos en personas con estilos de vida semejantes.
En ciertos casos, el uso de fármacos para adelgazar se recomienda para personas con un índice de masa corporal superior al 30%, especialmente aquellas que enfrentan ansiedad por comer. La semaglutida (Ozempic) y la tirzepatida, inicialmente creadas para tratar la diabetes tipo 2, son algunas de las opciones disponibles.
Estos medicamentos actúan en los núcleos del apetito, reduciendo el hambre y la ansiedad alimentaria. Sin embargo, su efectividad depende de su combinación con una dieta adecuada y ejercicio físico. Además, deben ser prescritos y supervisados por un médico, dado que su uso requiere un control médico exhaustivo.
La constancia es la clave principal para tener éxito en la pérdida de peso. Según el doctor Yoldi, uno de los errores más comunes es la falta de perseverancia. «Adelgazar es un proceso crónico que demanda la adopción de hábitos saludables a largo plazo», recalca.
El objetivo primordial, más allá de la estética, debería ser la mejora de la salud general. La obesidad está asociada a afecciones como hipertensión, diabetes y problemas articulares. «Perder peso es ganar salud», finaliza el especialista, destacando la importancia de estos propósitos para lograr una vida más saludable y equilibrada.