AleaSoft: el complejo engranaje de la transición energética (II)

En esta segunda entrega del análisis de los factores clave en la transición energética hacia la descarbonización y las emisiones cero, se destacan cinco soluciones de almacenamiento de energía y gestión de la producción renovable. En primer lugar, se encuentra el uso de baterías para el almacenamiento a corto plazo de energía solar y eólica, tanto en pequeña escala para dispositivos móviles como en sistemas eléctricos regionales o nacionales. Aunque el Plan Nacional de Energía y Clima en España (PNIEC) prevé 2,5 GW de baterías en 2030, muchos estudios sugieren que se necesitarán al menos tres veces más.

En segundo lugar, se encuentran las centrales de bombeo, capaces de consumir energía de la red eléctrica para bombear agua de un embalse inferior a uno superior y generar electricidad con una turbina al dejar caer el agua nuevamente. En los últimos meses, estas centrales han pasado de tener un papel marginal en el sistema eléctrico español a una participación activa gracias al spread de precios que ha aparecido en los mercados ibéricos de electricidad.

En tercer lugar, la energía solar termoeléctrica es una solución ideal para las regiones que tienen mucha radiación solar y durante muchas horas. Esta tecnología calienta una masa de sales fundidas durante las horas de sol concentrando la radiación con espejos y utiliza el calor almacenado en las sales para hacer funcionar una turbina que genera electricidad durante las primeras horas de la noche, cuando se produce un pico de demanda de electricidad y la energía solar fotovoltaica ya no está disponible.

En cuarto lugar, las interconexiones internacionales son fundamentales para disponer de una gran capacidad de intercambio de energía entre los distintos países y mercados europeos. Con el intercambio de energía, los países pueden exportar excedentes de energía renovable en momentos de mayor producción e importar energía en momentos de mayor demanda, trasladando la producción renovable hasta los puntos con mayor demanda sin problemas de congestiones ni vertidos de energía.

En quinto lugar, las redes inteligentes, conocidas como smartgrids, son fundamentales para integrar toda la nueva producción renovable en los mix de generación, manteniendo la seguridad de suministro de todo el sistema. Las smartgrids permiten recopilar y analizar en tiempo real y de manera inteligente toda la información y gestionar y mantener el equilibrio en todo momento de producción y consumo.

En conclusión, la gestión de la producción renovable, el almacenamiento de energía y las interconexiones internacionales, junto con las redes inteligentes, son fundamentales para la transición energética hacia la descarbonización y las emisiones cero.

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