Navidad, la temporada de esperanza y celebración, también revela una realidad que sigue siendo un desafío para miles de pacientes con cáncer en España. Mientras las luces iluminan las calles y las familias se reúnen para compartir momentos especiales, en los hospitales y consultas muchos enfrentan una preocupación que no desaparece: el acceso desigual a los tratamientos oncológicos, un derecho que la ciencia y las recomendaciones internacionales consideran esencial.
El Oncoindex, un portal pionero en España que mide la financiación pública de terapias oncológicas y hematológicas modernas, muestra una situación alarmante. De las 173 terapias recomendadas por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y registradas en la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en los últimos 15 años, solo el 27% (47 terapias) disfrutan de una financiación completa y sin restricciones en España. El 46% (79 tratamientos) está condicionado por limitaciones administrativas o indicaciones que muchas veces no tienen respaldo en criterios médicos sólidos, mientras que otras 47 terapias (cerca del 27%) ni siquiera cuentan con financiación pública.
Esto significa que más del 70% de los tratamientos modernos contra el cáncer no están plenamente disponibles para los pacientes españoles del Sistema Nacional de Salud. Para quienes enfrentan diagnósticos de tumores como estómago, mama, o ciertos linfomas, esta situación puede representar retrasos en el acceso a terapias efectivas, limitación en las opciones de tratamiento y, en consecuencia, empeoramiento en las perspectivas de recuperación y calidad de vida.
«En estas fechas hablamos de ilusión y de regalos, pero para un paciente con cáncer el verdadero regalo es poder acceder, a tiempo, al tratamiento que los expertos ya recomiendan», señala Xavier Pla, responsable de campañas de la Fundación Oncológica Alivia. «No estamos hablando de fármacos experimentales, sino de terapias aceptadas en Europa que no siempre llegan a todos los pacientes españoles».
Por un lado, los avances en algunas áreas, como la hematología, muestran mejoras. En 2025, patologías como la enfermedad de Hodgkin o la leucemia mieloide aguda han visto incorporaciones de terapias innovadoras, lo que representa un avance significativo. Sin embargo, en tumores sólidos que representan un gran porcentaje de las muertes por cáncer en España, la historia es diferente. El índice en estas enfermedades ha empeorado, con caídas en su puntuación: cáncer de estómago, por ejemplo, cayó un 35,7%, situándose en 43 puntos; el cáncer de mama descendió a 50 puntos; y los linfomas no Hodgkin disminuyeron en 18,6%, hasta 35 puntos.
Este retroceso en los tumores sólidos refleja la falta de una financiación que asegure el acceso a las terapias recomendadas por las guías europeas, dejando a muchos pacientes con opciones limitadas o sin tratamiento en momentos cruciales.
La esperanza para 2026 reside en un compromiso que acerque a España al 100 en el Oncoindex, una escala que evalúa el nivel de financiación completa y sin restricciones. Cada punto en esta escala equivale a mayor acceso y opciones reales para quienes enfrentan la enfermedad. Como señala Xavier Pla, la petición navideña es clara pero exigente: acelerar la financiación de las terapias que aún faltan, revisar las restricciones sin fundamento clínico y trabajar para que el país vuelva a situarse a la vanguardia en acceso a tratamientos oncológicos en Europa.
Desde la Fundación Alivia, se sigue movilizando y capacitando a los pacientes, ofreciéndoles información y herramientas para que puedan tomar decisiones informadas. La lucha contra el cáncer no solo representa avances científicos, sino también la justicia en el acceso a los recursos necesarios para salvar vidas.
Que estas fiestas sean un recordatorio de que aún queda mucho por hacer, y que el compromiso para mejorar el acceso a los tratamientos sea un deseo compartido para un futuro en el que la esperanza sea una realidad para todos los pacientes con cáncer en España.
