Los agricultores de la región le trasladaron al Gobierno regional la necesidad de dar protección a la lenteja producida en Castilla-La Mancha, que además es uno de los ingredientes fundamentales dentro de la dieta más saludable del mundo, la Dieta Mediterránea, según la Organización Mundial de la Salud.
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural les informó esta mañana en Cuenca, en el marco de la celebración de una jornada técnica de cultivos herbáceos organizada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, el interés general que existe desde el Ejecutivo regional, para cuidar un producto en el que la región es “líder” a nivel de producción nacional.
Francisco Martínez Arroyo remarcó que hoy cuesta “vincular el producto con el origen”, pero se mostró convencido de que será posible, ya que se van dando pasos para argumentar que la lenteja de Castilla-La Mancha es diferente al resto que se produce en otras comunidades por el suelo, el clima, la variedad, para tener de esta forma todas las justificaciones necesarias con el fin último de obtener una Indicación Geográfica Protegida para esta legumbre.
Apuesta por las semillas certificadas
Durante la jornada de cultivos herbáceos, el titular de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural también destacó el trabajo de UPA, que se ha embarcado en proyectos de impulso para la certificación de semillas y su reutilización, permitiendo así una mayor garantía de trazabilidad de los cultivos, beneficiando a los pequeños y medianos productores, los que “generan empleo y desarrollo en el medio rural”.
En este contexto destacó que Castilla-La Mancha, con más de 74 millones de kilos en lo que va de la campaña 2018-2019, es la primera productora de semilla certificada, y eso supone que cada vez que se incrementa la solicitud desde dentro de la región o desde fuera de las misma, la primera beneficiada es Castilla-La Mancha y el sector, que se profesionaliza cada vez más.
Sobre las variedades, cereales y leguminosas, recordó que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), autorizó la comercialización de la harina de almortas para consumo humano, algo que no era posible hasta el momento; producto que es base principal para uno de los platos de la gastronomía de Castilla-La Mancha: las gachas.
Y para que el sector agroalimentario siga su crecimiento y que exista futuro para la agricultura y el medio rural, es preciso el acceso al agua.
Defensa con contundencia del agua y no del “cementerio nuclear”
En esta dirección, y respondiendo preguntas de los medios de comunicación acerca de las declaraciones estos días de algunos partidos políticos que defienden el almacén temporal centralizado que se había proyectado en Villar de Cañas, Martínez Arroyo respondió que el Gobierno regional ha sido contundente en su rechazo para construir en Cuenca “un cementerio nuclear”, porque “aquí no queríamos los residuos nucleares, porque no es nuestro modelo energético ni de desarrollo para nuestro medio rural” y ha remarcado que le gustaría que aquellos que defienden un cementerio nuclear, “defiendan con la misma contundencia el agua”, algo que no hacen, ha suscrito.
Al respecto, ha declarado que “es de película” que cuando “todo el mundo sabe que no va a haber un cementerio nuclear” en Villar de Cañas y “todos estamos en una “misma dirección”, haya partidos que, a día de hoy, apuesten como “único modelo de desarrollo” para la provincia de Cuenca por la construcción de un “cementerio nuclear”, algo que “está fuera de lugar”, ha finalizado.
