“Aernnova está convirtiendo a su planta de Illescas en un polvorín laboral a punto de estallar. Si la dirección no se pone a negociar ya mejoras laborales y actualización de salarios, no se podrá evitar una huelga que los trabajadores llevan varios meses pidiéndonos porque no hacen más que acumular indignación y malestar.”
Así lo advierte el comité de empresa de la factoría illescana de la multinacional aeronáutica en un comunicado en el que denuncia que, tras casi doce años de actividad, la planta toledana “es ya la más valiosa del grupo y la que más factura; pero sigue siendo, a la vez, ‘la Cenicienta’ de Aernnova, el centro de trabajo donde nuestra empresa paga los salarios más bajos y mantiene las peores condiciones laborales.”
“Tenemos pendiente desde hace tres años la renegociación del Pacto de Articulación, que conseguimos firmar en 2016 tras una dura huelga y con el que pudimos lograr algunas mejoras sobre el Convenio General de Químicas, que es el que nos aplican.”
“Debíamos haber revisado este Pacto en 2019, para seguir avanzando hacia la homologación con otras plantas de Aernnova; pero la Dirección se negó a sentarse a negociar en el periodo marcado. Y ya con la crisis del COVID, nos pospusieron esa renegociación hasta el final de 2023, o incluso un año más tarde si no se llega antes a la carga de trabajo prepandemia.”
“Ahora, la dirección, que ya aprovechó el Covid para ‘hacer limpia’, suspender acuerdos y posponer compromisos, está endureciendo aún más su política salarial low cost y aplicándonos cambios en la organización del trabajo”
“Y todo, sin negociación. No hemos podido negociar las nuevas medidas impuestas de forma unilateral y llevamos todo lo que va de año esperando sentarnos a revisar los salarios ante la desmesurada subida del IPC.”
“Hablamos con nuestros compañeros de otras factorías de Aernnova y vemos que en muchas de ellas han acordado este mismo año subidas salariales del 7% y hasta del 10%. Y eso, partiendo de salarios bastante más altos de los que tenemos en Illescas. No entendemos esta discriminación.”
“Desde que empezó a operar nuestra factoría, en 2010, nos han dicho que era una planta joven que debía madurar, asentarse, ganar clientes y prestigio, alcanzar los niveles de productividad que ya tenían las plantas veteranas de Aernnova… Llevamos ya doce años de trayectoria, nuestra productividad no tiene nada que envidiar a ninguna otra, nuestra fábrica es la que más factura del grupo, la que ha recibido mayores inversiones, la que cuenta con la mejor tecnología… y en la que seguimos manteniendo salarios low cost y poca o ninguna interlocución.”
“No podemos prolongar más esta situación. Los trabajadores nos exigen actuar, convocar movilizaciones e ir a la huelga. Quieren reconocimiento y mejoras que la empresa lleva años posponiendo y que son más que justas y razonables. Si Aernnova sigue negándose siquiera a hablar de mejoras salariales y sociales, nos veremos abocados en un horizonte muy cercano a ir a una huelga que nadie quiere y que está en manos de la empresa evitar.”