El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado un paso significativo hacia el apoyo del tejido empresarial de la región con la aprobación de ayudas por un total de 12,2 millones de euros, destinadas a financiar 312 proyectos que representan una inversión global cercana a los 38 millones de euros. Estas iniciativas, según la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, permitirán la creación y consolidación de aproximadamente 5.000 empleos.
Franco hizo este anuncio durante su participación en el Laboratorio de Conversación ‘Innovación y resiliencia: el futuro industrial de Castilla-La Mancha’, un evento organizado por la Cadena SER en el Parque Científico y Tecnológico de Albacete. En este marco, también informó sobre la reciente aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía en las Cortes regionales, que ahora emprende su camino hacia el Congreso de los Diputados. «Este Estatuto es un reflejo del compromiso por la transformación y la modernización que estamos promoviendo», afirmó.
La consejera subrayó que la eficiencia en la gestión de programas de apoyo, como Adelante Inversión, ha permitido reducir a la mitad el periodo de tramitación, catalizando la aprobación de 312 proyectos en menos de dos meses. En Albacete, 66 de estos proyectos han recibido un total de 6,3 millones de euros, proveyendo más de 700 nuevos empleos.
Franco también destacó la reciente celebración del IX Foro de Empresas de Capital Extranjero, donde se presentó el IX Barómetro del Clima de Negocios de la región. El informe refleja que las solicitudes de las empresas extranjeras están alineadas con impulsores clave del Gobierno como la innovación y la digitalización, indicativos del interés por integrar las pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor de las grandes industrias.
La inversión internacional, particularmente en Albacete, ha mostrado un dinamismo notable, con la provincia captando el 70% de los 250 millones de euros de inversión extranjera directa que llegaron a la región el pasado año. Esto subraya el papel crucial que juega la provincia en el desarrollo económico de Castilla-La Mancha, que se ha logrado posicionar como la cuarta comunidad más industrializada del país, con 38.000 empleos generados en el sector desde 2015.
Finalmente, la formación profesional emerge como una herramienta esencial en este contexto de crecimiento, garantizando que los talentos y los perfiles profesionales estén adecuadamente cualificados para enfrentar los desafíos de innovación y digitalización que plantea la economía actual en la región.