La ley de deforestación de la Unión Europea, adoptada en 2023, que busca asegurar que los productos vendidos en la UE no provengan de tierras deforestadas, será simplificada y su aplicación se pospondrá un año, según se anunció recientemente. Esta normativa había sido promulgada con el objetivo de frenar la contribución del mercado europeo a la deforestación global, un problema ambiental de gran preocupación tanto para sectores gubernamentales como para organizaciones ambientalistas.
La simplificación de la ley forma parte de las medidas encaminadas a facilitar su implementación y garantizar su eficacia. Este proceso estará bajo la supervisión del Comité de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo. La decisión de posponer la aplicación tiene el propósito de dar un margen de tiempo adicional para que los Estados miembros y las empresas ajusten sus procedimientos conforme a los nuevos requisitos.
En un contexto global donde la deforestación sigue siendo una de las principales amenazas para la biodiversidad y el cambio climático, esta normativa es vista como un paso crucial en los esfuerzos de la UE para liderar acciones sostenibles en el ámbito internacional. Sin embargo, su implementación efectiva dependerá de la cooperación entre las instituciones comunitarias, los gobiernos nacionales y las partes interesadas del sector privado.
Con esta legislación, la UE busca establecer altos estándares de sostenibilidad en el comercio de productos, alineándose con sus compromisos ambientales internacionales y promoviendo un modelo de desarrollo más responsable. El seguimiento de esta normativa será clave para evaluar su impacto en la preservación de los ecosistemas forestales y en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la deforestación.
Nota de prensa UE

















