En un esfuerzo por mejorar la transición de los estudiantes al mundo laboral, se ha establecido un programa de prácticas profesionales que pretende ofrecer experiencias formativas acordes al nivel académico de los participantes. Esta iniciativa, diseñada meticulosamente para garantizar que los estudiantes adquieran habilidades prácticas directamente relacionadas con su campo de estudio, establece direcciones claras y definidas para ambas partes involucradas: el estudiante y la empresa.
El programa, que tiene una duración mínima de seis meses y un máximo de un año, ofrece flexibilidad en términos de horas de trabajo, permitiendo jornadas parciales o completas según las necesidades del estudiante y de la empresa. En un intento de asegurar condiciones laborales justas, se ha establecido que la retribución de estas prácticas esté alineada con los convenios colectivos pertinentes. Además, un punto clave de este acuerdo es que los estudiantes que participen en este programa no recibirán una compensación inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ni a la retribución mínima establecida para el contrato de formación en alternancia.
La implementación de este programa surge como respuesta a la creciente demanda de experiencias laborales prácticas por parte de jóvenes graduados que buscan insertarse exitosamente en un mercado laboral cada vez más competitivo y exigente. También representa una oportunidad para que las empresas identifiquen y formen a futuros talentos que podrían incorporarse de manera definitiva a sus filas.
Durante el periodo de prácticas, se espera que los estudiantes puedan aplicar y ampliar los conocimientos adquiridos durante sus estudios, enfrentándose a situaciones reales que pongan a prueba sus competencias y habilidades. Por su parte, las empresas tienen la responsabilidad de proporcionar un ambiente de trabajo propicio para el aprendizaje y el desarrollo profesional, asegurándose de cumplir con los estándares estipulados.
Este programa representa un hito importante en la formación profesional, buscando equilibrar la teoría con la práctica y generar un impacto positivo tanto para los jóvenes profesionales en gestación como para las empresas que se beneficien de nuevas ideas y perspectivas frescas. A medida que evoluciona, se espera que este marco de prácticas profesionales se convierta en un modelo de referencia para impulsar el empleo joven y fomentar la innovación en diversos sectores del mercado laboral.
Fuente: CCOO Castilla-La Mancha
