El autocuidado como prioridad para el bienestar físico y mental
El autocuidado es una práctica esencial para mantener y mejorar nuestro bienestar físico, mental y emocional. Se trata de tomar conciencia de nuestras necesidades y aprender a reconocer qué situaciones nos generan estrés para encontrar soluciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve esta práctica como parte fundamental de la prevención de enfermedades y la mejora de la calidad de vida.
En nuestra vida diaria, a menudo nos descuidamos y no dedicamos tiempo suficiente para cuidar de nosotros mismos. Es importante ser conscientes de nuestras acciones y hábitos diarios. Por ejemplo, muchas veces comemos más de lo necesario o de manera automática, sin prestar atención a nuestras necesidades reales. También olvidamos la importancia de realizar actividad física regularmente. Gabriel Inclán, jefe de Servicio de Medicina Interna de Quirónsalud Bizkaia, destaca la necesidad de dedicarnos un tiempo diario para cuidarnos: «Es fundamental ser conscientes de todo lo que llevamos a cabo en nuestro día a día. Por ejemplo, a veces comemos más de lo que necesitamos solo por hacerlo de manera automática y no dedicamos suficiente tiempo a gastar esas calorías moviéndonos y haciendo deporte. Es muy importante dedicarnos un tiempo a nosotros todos los días para cuidarnos».
El autocuidado abarca diferentes áreas de nuestra vida, como la alimentación. Según la nutricionista Cristina Dalla-Rosa Nogales, comer lentamente y prestando atención a las sensaciones de saciedad nos ayuda a evitar molestias digestivas y mantener niveles de glucosa estables. Además, es importante seguir una dieta equilibrada como la mediterránea, que incluye frutas, verduras, carnes blancas, pescados, frutos secos, cereales integrales y lácteos. Por otro lado, debemos evitar los alimentos ultraprocesados que contienen aditivos y sustancias poco saludables.
Otro aspecto esencial del autocuidado es evitar la automedicación. En caso de tener alguna molestia o dolor, es importante acudir a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado. La automedicación puede empeorar nuestra salud y llevar a diagnósticos incorrectos. También debemos tener cuidado con la información que encontramos en internet, ya que un mismo síntoma puede tener diferentes causas y es necesario contar con el conocimiento y experiencia de un profesional.
El descanso es otro pilar del autocuidado. Es fundamental dormir lo suficiente y establecer rutinas regulares. Algunas recomendaciones para mejorar la calidad del sueño incluyen ir a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, evitar distracciones antes de dormir, como el uso de dispositivos electrónicos, y dedicar un tiempo para relajarse antes de acostarse.
Aceptar que hay cosas fuera de nuestro control es también parte del autocuidado. No podemos controlarlo todo en la vida y aferrarnos a lo que no podemos cambiar solo nos agota mentalmente. Es importante cumplir con nuestras obligaciones, pero también debemos aprender a decir no y priorizar nuestro bienestar.
El ejercicio físico es una práctica fundamental para el autocuidado. Se recomienda dedicar al menos 40 minutos diarios a una actividad física moderada. El ejercicio fortalece nuestro cuerpo, previene lesiones y enfermedades, regula nuestras hormonas y nos ayuda a combatir el estrés y la depresión. Es importante hacer ejercicio de forma adecuada, siguiendo las indicaciones de profesionales especializados, para evitar lesiones y respetar los tiempos de descanso y recuperación.
Por último, el cuidado de la salud mental es esencial para el autocuidado. Debemos valorar nuestras emociones, aprender a decir no a compromisos que no nos beneficien y rodearnos de personas que nos generen bienestar. Es crucial encontrar tiempo para nosotros mismos, escucharnos y cuidarnos.
En resumen, el autocuidado debe convertirse en una prioridad en nuestras vidas para mantener y mejorar nuestro bienestar físico, mental y emocional. Debemos prestar atención a nuestras necesidades, cuidar nuestra alimentación, evitar la automedicación, descansar lo suficiente, hacer ejercicio de forma regular y cuidar nuestra salud mental. No podemos descuidarnos, ya que solo con un autocuidado adecuado podremos tener una buena salud y calidad de vida.
