El consumo de tabaco sigue siendo la principal causa evitable de enfermedad y muerte prematura en Europa y en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran más de 8 millones de muertes relacionadas con el tabaquismo, tanto por consumo directo como indirecto. En España, el 25% de los hombres y el 18% de las mujeres fuman a diario, lo que sitúa al país lejos de lograr los objetivos de la Unión Europea de reducir la prevalencia del tabaco al 5% para 2030 y al 2% para 2040.
El tabaquismo es una enfermedad crónica y adictiva que provoca múltiples patologías asociadas, como cáncer de pulmón, boca, garganta, esófago, páncreas y estómago, así como enfermedades respiratorias, bucales y cardiovasculares. Además, el impacto psicológico, social y económico del tabaquismo lo convierte en una de las mayores amenazas para la salud. No obstante, muchos fumadores encuentran difícil abandonar el hábito, ya que la nicotina crea una dependencia física y psicológica.
La abstinencia también puede provocar síntomas de ansiedad y estrés, lo que hace que muchos fumadores recaigan en el hábito. Además, el consumo de tabaco suele estar asociado con situaciones sociales, apoyo emocional u otros hábitos, lo que lo convierte en parte de la rutina diaria y dificulta el abandono.
El tabaquismo también tiene un impacto económico significativo, ya que los gastos en tratamientos médicos, la pérdida de productividad laboral y el impacto en la calidad de vida de los fumadores y sus familias tienen implicaciones en la sociedad. Además, los fumadores que consumen tabaco diariamente pueden llegar a gastar hasta 2.000 euros al año, lo que conlleva una pérdida importante del gasto familiar en este hábito.
En palabras de María Sánchez, eHealth Manager de Cigna Healthcare España, “es importante promover programas de deshabituamiento, conocer los medicamentos existentes, buscar vías de apoyo y ayuda o hobbies que sustituyan fumar por un hábito saludable e informar, especialmente a la población más joven, sobre la dificultad de dejar de fumar y las consecuencias negativas que tiene en la salud con el fin de evitar que caigan en este vicio”. A pesar de que los riesgos del tabaco son conocidos por la mayoría de la población, la incidencia sigue siendo elevada y la dificultad para dejar este hábito una barrera.