Las vacaciones son un momento ideal para combinar la actividad física con la naturaleza y el entorno. Mantenerse activo durante este periodo de descanso ayuda a contrarrestar el sedentarismo y hacerlo al aire libre ofrece múltiples beneficios para el bienestar emocional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física de intensidad moderada, o 75-150 minutos de intensidad vigorosa, a la semana para los adultos. Además de mejorar la salud cardiovascular y reducir la incidencia de enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el cáncer, la actividad física también supone una mejora significativa para la salud mental, especialmente cuando se realiza al aire libre. El ejercicio en ambientes naturales se relaciona con un aumento de las emociones positivas, una mayor atención, energía y satisfacción, y una disminución de la respuesta fisiológica relacionada con el estrés.
María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare en España, afirma que «el ejercicio físico es un mecanismo muy efectivo para controlar y reducir los niveles de estrés, así como para disminuir la incidencia de otras enfermedades. Ademá
s de combatir factores de riesgo perjudiciales para la salud, como el sedentarismo o la obesidad, liberamos endorfinas que otorgan esa sensación de «analgésico natural» reductor de la ansiedad y el estrés. Si a eso le unimos la conexión del ser humano con el entorno se ha visto que el efecto de relajación puede ser incluso mayor».
Con motivo del Día Mundial de la Relajación, desde Cigna Healthcare detallan los beneficios de practicar actividad física al aire libre y ofrecen varias recomendaciones para aprovecharlo de la manera más saludable:
1. Luz solar y vitamina D: La exposición solar durante los entrenamientos al aire libre ofrece grandes beneficios para los huesos, los músculos y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, es imprescindible protegerse de los rayos solares adecuadamente para evitar quemaduras y daños en la piel.
2. Estímulo de la motivación y la creatividad: Practicar ejercicio al aire libre estimula la motivación al aumentar la diversión y la aventura. Es importante adaptar las características físicas de cada ejercicio al estado físico, edad y tipo de población. En casos de temperaturas muy elevadas, se desaconseja la actividad física vigorosa para evitar golpes de calor y deshidratación.
3. Fortalecimiento del sistema inmunológico: La práctica de ejercicio físico al aire libre puede contrarrestar problemas derivados de la contaminación de las ciudades y potenciar el estado de salud general. Es recomendable evitar las primeras horas del día o escoger lugares con menos plantas en casos de alergias o rinitis.
4. Más endorfinas, menos estrés: Estar al aire libre y en contacto directo con la naturaleza tiene un efecto tranquilizante en la mente y el cuerpo. La exposición a espacios verdes contribuye a reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. Además, el cambio de entorno ayuda a despejar la mente y reducir la tensión mental asociada a las preocupaciones diarias.
5. Cerebro en descanso, neuronas en crecimiento: Los espacios al aire libre suelen tener menos estímulos visuales y auditivos estresantes que los entornos urbanos o interiores. Esto permite que la mente se relaje y descanse, lo que se relaciona con una mayor capacidad de aprendizaje y refuerzo de habilidades recién adquiridas.
En resumen, aprovechar las vacaciones para realizar actividad física al aire libre ofrece numerosos beneficios para la salud tanto física como mental. Es importante protegerse adecuadamente del sol, adaptar el ejercicio a las características físicas de cada persona, fortalecer el sistema inmunológico y disfrutar de los espacios naturales para reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.