El Zenagas Trail, un evento deportivo que ha capturado la atención de la comunidad de Puertollano, ha alcanzado su décima edición, un hito notable que destaca su popularidad y la tradición que ha construido a lo largo de los años. Con siete cientos participantes listos para tomar parte en este desafiante encuentro, la Dehesa Boyal es el escenario elegido para albergar las actividades programadas. La naturaleza de este evento no sólo es una prueba de resistencia y habilidad física para los participantes, sino que también promueve la convivencia y el disfrute del entorno natural que ofrece la localidad. El día 9 de noviembre está dedicado a las rutas de senderismo, permitiendo a los participantes disfrutar del paisaje y la tranquilidad del entorno, mientras que el día 10 se llevarán a cabo las diferentes pruebas trail, poniendo a prueba la destreza y resistencia de los corredores en recorridos más exigentes y competitivos.
La organización del evento corre a cargo del Club Corricollano, que ha demostrado una vez más su capacidad para organizar eventos de gran envergadura que atraen a participantes de diferentes puntos de la región y del país. La colaboración con entidades locales y el apoyo de la comunidad han sido elementos clave para el éxito sostenido de esta competencia, que año tras año logra superar las expectativas. Las inscripciones, abiertas a personas de todas las edades y niveles de habilidad, reflejan el espíritu inclusivo del Zenagas Trail, fomentando la participación de familias, aficionados al senderismo y atletas experimentados en un marco de camaradería y superación personal.
El impacto del Zenagas Trail trasciende lo deportivo, promoviendo valores de conservación ambiental y conciencia ecológica entre los participantes y espectadores. La elección de la Dehesa Boyal como lugar del evento no es casual, ya que este espacio natural representa un escenario ideal para promover la importancia de preservar nuestros entornos naturales y utilizarlos de manera sostenible. Así, el Zenagas Trail se consolida no solo como un evento deportivo de primer nivel, sino como una iniciativa que contribuye al desarrollo socio-cultural y ambiental de Puertollano y sus alrededores, fortaleciendo la conexión de la comunidad con su entorno y promoviendo un estilo de vida saludable y activo.