El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha declarado su disposición a asistir a Budapest si recibe una invitación para dialogar con los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladimir Putin y Donald Trump, quienes se reunirán próximamente. Sin embargo, Zelenski se opone a que el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, actúe como mediador, argumentando que su cercanía a Rusia y su falta de apoyo a Ucrania son obstáculos para un papel constructivo en las negociaciones.
Zelenski ha expresado que, aunque está abierto a cualquier formato de encuentro, prefiere que las conversaciones se realicen en lugares que no estén asociados con la hostilidad hacia Ucrania, como Suiza o el Vaticano. Además, resaltó la importancia de no repetir los errores del pasado, haciendo referencia a las garantías de seguridad que Ucrania recibió en Budapest en la década de 1990, que se desvanecieron con la invasión rusa.
A pesar de sus reservas hacia Orbán, Zelenski reconoce que cualquier avance hacia la paz es bienvenido y espera que la reunión entre Trump y Putin conduzca a resultados positivos. Su postura subraya un deseo de diálogo que, aunque matizado por la desconfianza, busca abrir caminos hacia la resolución del conflicto que ha afectado a su país por más de una década.
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