Yoon se ausenta en la inaugural audiencia del Tribunal Constitucional referente a su proceso de destitución en Corea del Sur

En un giro dramático en la política surcoreana, el presidente Yoon Suk-yeol no se presentó a la primera sesión formal de su juicio de destitución llevado a cabo por el Tribunal Constitucional. La audiencia, que tuvo una duración efímera de tan solo cuatro minutos el martes, se dio por concluida ante la notoria ausencia del acusado. Según informes de la agencia local Yonhap, esta incomparecencia llevó a un cierre anticipado del proceso que tiene como objetivo discernir la permanencia o no de Yoon en su cargo.

El Tribunal Constitucional ha programado una nueva audiencia para el día 16, para la cual se espera, nuevamente, la comparecencia de Yoon. Sin embargo, la ley otorga al tribunal la facultad de proseguir con el juicio incluso sin la presencia del presidente. Esta situación se presenta luego de que el abogado de defensa de Yoon manifestara previamente que el presidente no asistiría a la sesión inaugural debido a preocupaciones sobre su seguridad personal, tras un intento fallido de detención a principios de mes.

Además de enfrentarse al proceso de destitución orquestado por el Parlamento el pasado 14 de diciembre, Yoon está bajo la lupa de otra investigación de carácter penal relacionada con una supuesta insurrectión derivada de su breve declaración de ley marcial. Esta segunda investigación es llevada a cabo conjuntamente por la oficina anticorrupción, la Policía y el Ministerio de Defensa.

El primer intento de ejecutar una orden de arresto contra el presidente el día 3 fue infructuoso, cuando el Servicio de Seguridad Presidencial bloqueó tanto a los oficiales de anticorrupción como a un considerable contingente policial que intentó acceder a la residencia del mandatario. El tenso enfrentamiento culminó varias horas después sin que se lograse efectuar el arresto.

El caso de Yoon Suk-yeol ilustra un conflictivo cruce entre medidas de seguridad presidencial, el funcionamiento del estado de derecho y la estabilidad política en Corea del Sur. Mientras tanto, el país se mantiene a la expectativa de los próximos pasos en este convulso episodio político y jurídico, a la espera de la nueva audiencia programada y el eventual impacto que el desenlace de este juicio pueda tener en el gobierno surcoreano.

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