La organización palestina Yihad Islámica ha confirmado este domingo la muerte de uno de sus principales operativos en una presunta operación israelí llevada a cabo en Damasco, la capital de Siria. Esta noticia ha desatado nuevamente el debate sobre el papel de la Inteligencia israelí y la profundidad de su alcance en territorios enemigos.
La Yihad Islámica es una organización paramilitar y política palestina considerada como una organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido, Japón, Canadá y Australia. Fundada en la década de 1980, la Yihad Islámica ha llevado a cabo numerosos ataques terroristas contra Israel, siendo uno de los principales objetivos de su acción el fin del Estado israelí y la creación de un Estado palestino gobernado por la ley islámica.
En los últimos años, el grupo ha llevado a cabo varias campañas de violencia en la región, como la de 2014 en la que murieron seis personas en un atentado suicida en un autobús en Israel, así como decenas de ataques de cohetes desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí.
El operativo asesinado en Damasco ha sido identificado por la Yihad Islámica como el responsable de su brazo armado en la ciudad. Sin embargo, la organización no ha ofrecido más detalles sobre la operación ni ha proporcionado información sobre su identidad. El incidente abre preguntas acerca de las capacidades de Inteligencia israelíes en la región y sobre el papel de otros actores regionales en la escalada de violencia en Siria.
El gobierno israelí no ha confirmado ni desmentido su responsabilidad en el ataque, siguiendo la política de ambigüedad que mantiene en situaciones de este tipo. Sin embargo, las autoridades de Israel han manifestado en reiteradas ocasiones que no permitirán que organizaciones extremistas como la Yihad Islámica, Hamás o Hezbolá operen impunemente desde territorios vecinos como Siria o Líbano.
El pasado mes de noviembre, otro alto operativo de la Yihad Islámica, Baha Abu Al Ata, murió en un ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza, lo que provocó una escalada de violencia en la zona con centenares de cohetes lanzados hacia Israel y ataques aéreos de represalia por parte del Ejército israelí.
La muerte del operativo en Damasco es, por tanto, otro golpe significativo a la estructura de comando de la Yihad Islámica y puede ser visto como una muestra más de la determinación de Israel para proteger su seguridad y la de sus ciudadanos frente a las amenazas de grupos terroristas en la región.
Este tipo de acciones encubiertas también demuestran la capacidad de la inteligencia israelí de penetrar en territorios hostiles y llevar a cabo exitosas operaciones de eliminación de objetivos enemigos. Por otra parte, también pueden aportar a la escalada de tensión en una región ya marcada por múltiples conflictos y desestabilización política.
En conclusión, la muerte del operativo de la Yihad Islámica en Damasco muestra la capacidad y determinación de Israel para combatir las amenazas terroristas en la región, al tiempo que resalta las profundas repercusiones e implicaciones políticas de tales acciones.
