En un giro inesperado en el programa de Antena 3, Y ahora, Sonsoles, la presentadora Pepa Romero reveló en directo una trama de supuestas estafas vinculadas a un contratista. La controversia comenzó cuando Ana, una televidente afectada, denunció haber sido estafada por un hombre identificado como Marcos, a quien había pagado 11.000 euros por una reforma domiciliaria que nunca se materializó. Además, afirmó haber perdido todo contacto con él desde el incidente.
La producción del magacín de Atresmedia, siguiendo la denuncia, logró conectar vía telefónica con el presunto estafador, quien inicialmente negó las acusaciones. Sin embargo, sorpresivamente, admitió ser deudor de la cantidad reclamada por Ana, justificando su falta de pago con una cuestión sobre por qué la afectada no se había puesto en contacto directo con él para reclamar su dinero.
El programa tomó un giro aún más dramático cuando durante la transmisión, Pepa Romero interrumpió la conversación para informar que estaban recibiendo mensajes de alerta desde Las Palmas. Según reveló, numerosos televidentes se estaban comunicando para compartir experiencias similares, afirmando también haber sido estafados por el mismo empresario de reformas.
A pesar de esta avalancha de acusaciones, el supuesto estafador trató de defenderse, alegando que su trabajo había dejado a muchos clientes satisfechos en Gran Canaria. Ofreció enviar testimonios positivos sobre su servicio en un intento por limpiar su imagen. Pepa, sin embargo, le recalcó la gravedad de las denuncias recibidas, sugiriendo que lo primordial no era la satisfacción de algunos, sino el presunto dinero adeudado a varios clientes.
En lo que pareció ser un momento de escape, Marcos desapareció repentinamente de la línea, un incidente que la presentadora bromeó comparándolo con la letra de una conocida canción de Laura Pausini, aunque más tarde se aclaró que la desconexión fue debido a un problema técnico.
Este incidente en el programa no solo refleja la importancia de los medios de comunicación como plataforma para visibilizar y eventualmente resolver disputas entre consumidores y proveedores de servicios, sino también la complejidad de las relaciones comerciales y la necesidad de mayor diligencia por parte de quienes contratan servicios. Mientras tanto, el programa ofreció al contratista la oportunidad de demostrar su transparencia, ofreciéndole grabar un reportaje sobre su negocio para limpiar su nombre, resta por ver si este aceptará la oferta en un intento por reivindicar su reputación ante las acusaciones.