El presidente chino, Xi Jinping, de visita en Moscú, ha mostrado su apoyo y confianza en su homólogo ruso, Vladimir Putin, de cara a las elecciones presidenciales del 2018. Esta declaración ha sido interpretada por muchos como un gesto político y diplomático hacia el líder ruso y una muestra de la estrecha relación entre ambos países.
La amistad entre ambos mandatarios data de hace muchos años y se ha reforzado en los últimos años debido a la sintonía que han encontrado en temas clave como el comercio, la seguridad regional y la política internacional. China y Rusia han mantenido una estrecha relación bilateral desde hace décadas y su cooperación en diversos campos (energía, infraestructuras, tecnología…) se ha intensificado en los últimos años.
La visita de Xi Jinping a Moscú tiene un importante componente económico y comercial, ya que China y Rusia están haciendo esfuerzos por ampliar su actividad comercial, aumentar la cooperación en el ámbito de la energía, las infraestructuras y la tecnología. En este sentido, el presidente chino ha quiso recordar que se está llevando a cabo la construcción del gasoducto Sila Sibiriia, cuyo objetivo es aumentar el suministro de gas natural hacia China desde Rusia.
Xi Jinping ha destacado el papel de Rusia como uno de los principales líderes del mundo y ha insistido en la necesidad de que ambos países se apoyen mutuamente en el contexto de la complejidad que plantea la política internacional en la actualidad. Además, ha querido explorar las oportunidades de cooperación en el ámbito del comercio y la inversión, con el objetivo de que ambas economías crezcan de forma equilibrada y sostenible.
La visita de Xi Jinping a Moscú se produce en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos y China debido a las políticas comerciales adoptadas por la administración Trump. En este sentido, la reunión entre los presidentes de China y Rusia se percibe como un contrapeso a la influencia de Estados Unidos en la política internacional.
La declaración de Xi Jinping sobre el apoyo a Putin en las próximas elecciones presidenciales ha sido interpretada en algunos medios como una muestra de solidaridad y respaldo al líder ruso, que se enfrenta a unas elecciones complejas en un contexto de incertidumbre internacional y tensiones políticas. Putin ha sido criticado en los últimos años por varios países occidentales por sus políticas autoritarias y su defensa de los valores tradicionales.
En cualquier caso, la amistad entre Xi Jinping y Putin no es algo nuevo, sino que se remonta a los años en los que ambos mandatarios fueron ascendiendo en la jerarquía política de sus respectivos países. Desde entonces, han mantenido un estrecho contacto y han cooperado en diversas iniciativas y proyectos de gran envergadura.
En este contexto, la visita de Xi Jinping a Moscú y la manifestación de apoyo a Putin se percibe como un gesto de amistad y respeto hacia un compañero y aliado político. China y Rusia son países que comparten una visión del mundo similar y que defienden la importancia de la soberanía y la no intervención política en asuntos internos de otros países.
En definitiva, la visita de Xi Jinping a Moscú y la manifestación de apoyo a Putin no ha sido una sorpresa, sino un gesto más en la intensa relación bilateral entre ambos países. Esta visita abre la puerta a nuevas oportunidades de cooperación en ámbitos como el comercio, la energía, la tecnología y la política internacional. Ambos países tienen una gran responsabilidad en el escenario político-económico global y deberán trabajar juntos para afrontar los desafíos presentes y futuros.
