Xabier Fortes, reconocida figura de la televisión pública española, acaba de arrojar luz sobre las sombras que, en su opinión, oscurecen el Festival de Eurovisión 2025. Sus críticas no se reservaron al sistema de televoto ni a la participación de Israel en pleno conflicto bélico en Gaza; RTVE también fue objeto de su análisis. La final de Eurovisión, celebrada en Zúrich, Suiza, sirvió de catalizador para que Fortes compartiera sus puntos de vista, que no tardaron en avivar un debate cada vez más espinoso: ¿es Eurovisión ya más una arena política que un escenario musical?
Fortes fue contundente desde el principio: «El televoto se ha cargado Eurovisión». Señaló directamente al resultado obtenido por Israel, destacando la marcada diferencia con las bajas puntuaciones de los jurados profesionales. Este desequilibrio ha avivado sospechas y críticas, interpretándose por muchos como un movimiento orquestado con fines más políticos que artísticos. El método de votación actual, que combina la opinión de un jurado profesional con la del público a través del televoto, ha sido motivo de controversia y polarización, llevando a Fortes y otros a exigir una revisión del modelo.
La actuación de la representante israelí, enmarcada en un momento en que el ejército de su país continuaba su ofensiva en Gaza, no pasó desapercibida para Fortes, que criticó duramente esta paradoja en sus redes sociales. El conflicto de Gaza, que ha resultado en decenas de miles de víctimas desde 2023, y la presencia de Israel en el festival generaron protestas y llamadas al boicot, tanto en Zúrich como en otras partes del mundo. Pese a las presiones, la Unión Europea de Radiodifusión mantuvo su postura de neutralidad política y no reconsideró la participación de Israel, aunque RTVE pidió abrir un debate al respecto.
En su análisis, Fortes también abogó por regresar al voto exclusivo por jurado, arguyendo que el festival ha derivado en un medidor de tensiones geopolíticas en lugar de un concurso musical. Además, planteó un cuestionamiento sobre la equidad de la participación, sugiriendo que si Israel puede participar, Palestina también debería tener esa posibilidad, poniendo de relieve el doble estándar en la admisión de países al evento.
La actuación de RTVE frente a esta situación fue elogiada por Fortes, quien se mostró orgulloso de la postura de la televisión pública española, la cual no dudó en utilizar su plataforma para condenar el conflicto y la participación de Israel en el festival.
Las reflexiones de Fortes destacan un momento de crisis en la identidad de Eurovisión, cuestionando si el evento puede o debe mantenerse como un festival de música en vista de los crecientes desafíos que enfrenta, marcados por las tensiones políticas y sociales en Europa y más allá. Su análisis invita a una profunda reflexión sobre el futuro del festival y su papel en el complejo tejido social y político de nuestro tiempo.