La localidad de Maranchón (Guadalajara) albergará, el próximo fin de semana, la II Feria del Tratante, un homenaje a los muleteros o tratantes de mulas que dieron identidad a esta localidad molinesa desde principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX; una feria con la que se persigue recuperar las tradiciones en el medio rural, entre ellas la presencia del pregonero; estimular la actividad económica, y crear un nuevo recurso turístico.
Un evento que organiza el Ayuntamiento junto con la Asociación Cultural ‘La Migaña’, y que tuvo su primera edición en 2019 pero que debido a la pandemia ha sufrido un parón de varios años, retomándose de nuevo para recordar a esos tratantes de mulas que recorrieron las ferias de ganado de toda España comprando y vendiendo, ha apuntado en rueda de prensa David Ariño, presidente de esta asociación, acompañado, entre otros, del alcalde, José Luis Sastre.
Así, esta muestra, presentada este martes en la Diputación alcarreña –que participa en este evento a través de la marca ‘Alimentos de Guadalajara’–, contará, entre sus actividades, con un mercado del tratante, puestos de artesanía y gastronomía, exposiciones vinculadas a las tradiciones, visitas culturales (reloj de la torre, un museo paleontológico, su plaza de todos, y los escudos heráldicos de los propios tratantes), teatro de la calle en el que se usará el lenguaje propio para los tratos de compra-venta música, danza y folklore, ha abundado Ariño.
Además, a los más pequeños se les enseñarán algunos de los antiguos juegos infantiles de entonces y también habrá un tren turístico que recorrerá esta localidad de antiguos tratantes.
En todo caso, según ha explicado el presidente de la asociación, será una feria temática, abierta y participativa, en la que los propios maranchoneros y los visitantes que lo deseen lucirán el pañuelo del tratante, y en la que el pueblo de Maranchón de época; habrá mulas y también se ha recuperado la figura del pregonero para ese día, que ya ha estado pregonando el propio evento en el Retiro y en el metro de Madrid.
Al igual, para esta segunda edición se ha invitado al pueblo de Campanario, en Badajoz, también muy conocido por la presencia de tratantes de mulas.
Para Ariño, mantener el patrimonio cultural de los pueblos es «vital» porque con ello también se promociona Maranchón y su entorno, algo que ha compartido Sastre, quien ha realizado una invitación pública a acudir los días 9 y 10 de julio a Maranchón y disfrutar de este evento y respirar «aire sano», ha dicho.
Desde la Diputación, el diputado de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Héctor Gregorio, ha apuntado que estas ferias son muy importantes para que los pueblos «saquen también partido a sus tradiciones y su patrimonio cultural», en este caso, con referencia a la compra-venta de caballerías como una de las actividades características del municipio desde principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. «La fama de sus tratantes de mulas ha estado muy extendida, hasta el punto de figurar en uno de los episodios nacionales de Benito Pérez Galdós», ha añadido.
Por su parte, desde la Junta, su delegada de Economia, Empresas y Empleo, Susana Blas, también ha resaltado este tipo de acciones como una forma más de mantener las tradiciones y una herramienta más para frenar la despoblación y estimular la actividad económica.